El amor que tienen algunas personas por sus mascotas puede ser tan grande que les lleve a contraer matrimonio. Este es el caso de Dominique Lesbirel, que ha compartido los últimos ocho años con su gato Doerack, hasta que una insuficiencia renal aguda le obligó a sacrificar al felino, según reseña la página web 20minutos.es
Pero como Cupido puede lanzar las flechas cuando le plazca, Dominique se ha vuelto a enamorar perdidamente y no de alguien de su misma especie. Ahora el que ha conquistado el corazón de esta holandesa de 41 años es su perro Travis, con el que planea casarse en un futuro y vivir en armonía hasta que la muerte los separe.
Con información de 20minutos.es