La situación afecta a los usuarios del aeropuerto de Santo Domingo, puesto que deben tomar previsiones de tres y cuatro horas de antelación, si no quieren tener problemas con pérdida de vuelos, según lo reseña lanacionweb.com
Desde la redoma de la antigua ULA, a la salida de San Cristóbal, pasando por San Josecito, Uribante, Los Estoraques, Zig-Zag, aeropuerto de Santo Domingo, hasta el sector San Lorenzo, llegando a la entrada a San Joaquín de Navay, el paso es a riesgo debido a los constantes deslizamientos que azotan a la maltratada -por las lluvias- vía al llano.
Durante el trayecto, los conductores no saben con qué se encontrarán: “es una caja de pandora”, donde lo único cierto es una cola por alguno de los motivos conocidos: se hundió la vía, rocas en la calzada, deslizamientos, choque por una imprudencia o porque algún organismo está despejando la vía.
A la entrada o salida de San Cristóbal, a la vista de todos está la primera “tronera”, donde vehículos livianos y pesados deben hacer maniobras para esquivar los huecos, que ya se “comieron” un canal y medio.
La incertidumbre comienza con huecos en la ampliación que va de Valle Hondo a Hierro Gómez, son cuatro canales, para enfrentarse con un cuello de botella, donde -según se conoció- es el lugar más peligroso por los constantes atracos.
Los conductores quedan allí atrapados, a merced de los delincuentes, operación que se repite y se denuncia a diario, pero nadie hace nada por ello.
“Trampa” en San Josecito
A la altura de La Floresta, con los permanentes deslizamientos se ha formado un hueco de casi un metro de ancho en el canal subiendo a San Josectio, “una trampa vial”, sobre todo en horas de la noche y más aún cuando está lloviendo, que nadie lo ve. Este cráter ha sido motivo de varios accidentes y nadie ha hecho nada por taparlo.
De San Josecito al puente Uribante, el deterioro de la vía se hace más evidente y de allí a Los Estoraques se han visto bacheos, cuando se creía que en la vía se necesitan carpetas corridas.
El eterno problema del Zig Zag por las fallas geológicas, pues a pesar de estar asfaltado, el paso es a riesgo por lo quebradizo de todo el sector. Para algunos, esta situación afecta a los usuarios del aeropuerto de Santo Domingo, puesto que deben tomar previsiones de tres y cuatro horas de antelación, si no quieren tener problemas con pérdidas de vuelo.
Inconsciencia de algunos conductores
Ante el inminente peligro que se corre por el deterioro de la capa asfáltica en la vía al llano, el problema se incrementa en el trayecto mencionado cuando se observa a los conductores haciendo una labor de inconsciencia ciudadana, sin importar el daño que pueden ocasionar.
A esto se suma la gran cantidad de motorizados que por allí circulan en sentido contrario y a toda velocidad, atentando contra los retrovisores y amenazando a los conductores que no les dan paso. Los insultos son a título personal, con palabras obscenas.
Allí se observa cómo los funcionarios públicos de cuerpos de seguridad, sin ninguna emergencia, utilizan las sirenas de sus vehículos para salirse del paso, dejando en la cola a quienes deciden cumplir con las leyes y la prudencia.
Fernández Feo, la zona más afectada
En un trayecto desde San Cristóbal a San Lorenzo, en Fernández Feo, que en situación normal no se tardaría 30 minutos, los conductores están necesitando entre 60, 90 y hasta 120 minutos, si no se cuenta con una tranca vecinal reclamando mejor servicio eléctrico, agua; pero, en todo caso, la cola es lo más seguro a cualquier hora.
Se afirma que la zona más afectada por esta situación en la vía al llano la padecen los habitantes de Fernández Feo, cuya calidad de vida ha cambiado paulatinamente desde que comenzó el temporal lluvioso que tiene a la troncal 5 como una “caja de pandora”, pues nadie sabe con qué se encontrará en el trayecto desde la Redoma de la antigua ULA, en la salida de San Cristóbal, hasta San Lorenzo, en el municipio Fernández Feo.