La política de Chávez en el Caribe fue la de comprar voluntades a costa de los intereses del país, ya sea con el acuerdo de PETROCARIBE que fue una entrega de petróleo por apoyo político, de igual manera, desentenderse del diferendo con Guyana. Y toda esta política además dirigida por Cuba y muy ajustados a la política de Estado de la diplomacia cubana; que a diferencia del régimen si tiene y ha tenido una política de Estado muy clara; en donde entre otras cosas estuvo planteado apoderarse de Venezuela cosa que lograron con el eterno.
Lo que se desnuda con el affaire Guyana y descubre el propio régimen es su oceánica soledad. Después de perder el tiempo tratando de no enfrentar el problema real, que no es otro que la disposición de Guyana de quedarse definitivamente con el territorio en disputa, cargándole la culpa a EXXON y al imperialismo. El Pdte. Maduro, Gira abruptamente emprende una campaña verbalmente muy agresiva e insultante contra el Presidente Granger, y cuando mira para los lados se da cuenta que nadie lo acompaña.
Y quien primero encabeza la lista de los que se desprenden de la política del régimen; arman una entente contra los intereses de quienes les ha dado de comer en estos últimos tres lustro son los cubanos; ahora los mejores amigos del imperialismo yanqui, quienes manejando a los países de PETROCARIBE y el CARICOM, se manifiestan desde el 2012 a favor de Guyana en diversas declaraciones, que ni Chávez ni Maduro quisieron ver ni mucho menos escuchar.
El Presidente Maduro, fue al MERCOSUR pretendiendo el apoyo frente a Guyana y se encontró que el Pdte. Granger, le pico adelante en reunión bilateral con la Presidente Dilma Roussef; con lo que los planteamientos del heredero fueron recibidos muy fríamente, al punto que abandono la reunión. UNASUR organismo fundado y financiado por el régimen, cuyo Presidente es Ernesto Samper, obsecuentemente atento a los deseos del régimen venezolano para dar más de lo se le exige, guarda un escandaloso silencio; y de igual manera, se comportan países bolivarianos como Bolivia, Argentina o Nicaragua, enfrascados en sus propios y graves problemas internos. Igualmente pasará en la reunión de los NO ALINEADOS, donde la respuesta al planteamiento venezolano será muy tímida a lo más porque está compuesta por países pertenecientes a la Commonwealth a la que pertenece Guyana.
También en otros temas como en materia petrolera se siente la soledad del régimen. Es el caso de Irán, quien era el único aliado en la OPEP para el recorte de la oferta del crudo para detener la caída del precio. Una vez que logra el acuerdo nuclear con el grupo de los 5+1, se dispone a entrar en el mercado con 2,4mill de B/D con lo que el precio del petróleo seguirá derrumbándose.
El caso cubano también debemos tratarlo más allá del affaire Guyana, porque Raúl Castro, está ejecutando una fina política de continuar viviéndose al chavismo mientras rinde fruto su nueva relación con los Estado Unidos, siendo obligado al mismo tiempo por el realismo de su nueva política a desprenderse de Venezuela cuya relación tiende a volvérsele toxica, y además, debe cancelar la práctica de los viajeros raspa cupos que le envenenan la economía.
Hoy el régimen del socialismo salvaje en el siglo XXI, luce internacionalmente devastado con una petropolítica en escombros, una credibilidad internacional vuelta añicos, sin crédito político ni financiero. Toda la genialidad de la política internacional del Comandante se evaporó cuando se acabaron los dólares. Lo que se corresponde ni más ni menos con el proceso de destrucción interno. La debacle interna y externa son las dos caras de la misma moneda.
De lo anterior, queda claro que seguir considerando al chavismo-estalinismo-madurismo, como un régimen inderrotable, que quiere hacernos creer que cualquier crisis les resbala, es un grave error de apreciación; a este régimen lo único que le queda es la trampa electoral, que hay que derrotar no dejándonos conquistar por la embestida desesperanzadora del régimen y saliendo a ejercer nuestro derecho ciudadano al voto, que es un paso hacia el rescate de nuestra libertades civiles.