Cuando la inauguraron, las autoridades la describieron como una prisión de “máxima seguridad”, construida con un pared de concreto y cabillas armadas con cuatro metros de profundidad, para evitar que los internos hicieran túneles, según lo reseña elimpulso.com
Por Karina Peraza Rodríguez
Tiene una altura entre 12 y 13 metros, además de cercas perimetrales de unos 10 metros de altura con alambre de púa y sistemas de alta tensión para evitar fugas, sumado a ello garitas de seguridad ubicadas en puntos estratégicos y aún así los privados de libertad han logrado evadir esos controles.
La madrugada del domingo se registró la tercera fuga en la Comunidad Penitenciaria de Fénix y dos internos penados lograron recobrar su libertad de forma anticipada.
En conteo se dieron cuenta
A las seis de la mañana del domingo, los custodios hicieron el respectivo conteo de los internos de la Comunidad Penitenciaria de Fénix y se percataron que en el área de máxima faltaban dos; los volvieron a contar y el número era el mismo, comenzaron a revisar sus celdas, una por una y nada.
Algunas personas aseguran que comenzó la tensión dentro de Fénix y avisaron a los directores de la falta, de inmediato sacaron a los presos de máxima y los comenzaron a interrogar: ninguno quiso decir nada. Familiares de los reos que allí se encuentran aseguran que los golpearon para tener información y nada.
Horas más tardes otros privados de libertad corroboraron la información.
La fuga fue notificada al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), así como a la fiscal 13 del Ministerio Público, con competencia en Asuntos Penitenciarios.