Al momento de publicar esta nota, quedan exactamente 122 días para que se celebren las elecciones. Corrijo. 122 larguísimos días.
Larguísimos porque al ritmo de las protestas que se están produciendo en todo el país, lo que resta de tiempo para esa fecha nos va a parecer una eternidad.
Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), en los primeros 6 meses de 2015 se han registrado 2.836 protestas. La cifra es menor que la de 2014 en el mismo período, pero lo realmente clave es que el año pasado la mayoría de las protestas se daban por derechos políticos, y las de este año son por motivos sociales.
El informe detalla que 969 protestas (34%) se debieron a reclamos laborales, 715 (25%) por viviendas y servicios básicos, 502 (18%) por la escasez de alimentos, medicinas y productos de higiene; 318 (11%) exigieron seguridad, justicia y respeto a los derechos de las personas privadas de libertad; 168 (6%) fueron por exigencias educativas y 164 eventos (6%) por rechazo al gobierno.
Adicionalmente, durante el mismo primer semestre de este año, el mismo OVCS contabilizó 56 saqueos y otros 76 intentos de saqueos en el país.
Peligroso.
El reciente episodio ocurrido en San Félix, Estado Bolívar, en el cual un pueblo cansado de los arbitrarios aumentos de precios en los pasajes, el monopolio de productos que los bachaqueros están logrando gracias a la complicidad de las autoridades civiles y militares chavistas, y el contubernio de comerciantes asiáticos inescrupulosos con los mismos bachaqueros para esconder los productos y elevarle astronómicamente los precios a la gente, es una simple muestra de lo que puede ocurrir en Venezuela en cualquiera de los próximos 122 días.
Durante esta misma semana pasada, otros hechos sucedieron: protestas por escasez en Ciudad Bolívar, Cumaná, Barcelona, El Amparo, Charallave, Punto Fijo y Maracay. Escenas de violencia protagonizadas principalmente por bachaqueros a las puertas de Locatel en el CC Cristal Naguanagua, y en el Supermercado Panda, CC La Viña de Valencia. Enfrentamientos entre estudiantes y GNB en la ULA Táchira. Protesta de conductores en Antímano, Caracas. Protesta de trabajadores de Polar.
El 5 de julio de 1987, un todavía joven Eduardo Fernández pronunciaba, con motivo del Día de la Independencia, el discurso correspondiente ante el Congreso de la República. La frase que acuñó en ese entonces, casi que con intenciones publicitarias, fue: “El pueblo está bravo”.
Imaginemos que si en 1987 se decía que el pueblo estaba bravo… ¿cómo estará ahora?…
Tenemos un gobierno que se mueve entre la ineficiencia, el oportunismo, la torpeza, la indolencia y la brutalidad ideológica. Muy poco se puede esperar que esta gentuza delincuencial que hoy todavía manda en Venezuela pueda siquiera reducir en una mínima proporción el inmenso desastre que sufre cada venezolano en este territorio abandonado.
Lo que se avecina no es nada bueno. Un artículo titulado “¿Tocamos fondo?” ofrece algunas pinceladas.
Difícil pronosticar con precisión lo que pueda pasar en cualquiera de los próximos 122 días.
Pero cada vez más gente está clara que los venezolanos estamos sentados sobre un polvorín.