Análisis: La oposición venezolana y su búsqueda por contener fracturas

Análisis: La oposición venezolana y su búsqueda por contener fracturas

 (Foto REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)
(Foto REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)

Medidas administrativas, electorales y judiciales dejaron fuera de la contienda para las legislativas de diciembre a los nombres bandera de la principal alianza opositora de Venezuela, que horas antes del cierre de las postulaciones de los candidatos ha tenido que armar y desarmar su maqueta electoral.

Fuera los ases, las fuerzas opositoras se entramparon en la búsqueda de una fórmula electoral que les permita alcanzar la mayoría en el Parlamento, un reto que puso a prueba la cohesión del antichavismo venezolano y dejó al descubierto las pugnas de poder dentro de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Esas medidas fueron recibidas por la oposición como un intento del Gobierno, presidido por el chavista Nicolás Maduro, de desmotivar la participación para unos comicios en los que la MUD asegura que es mayoría.





El anunció de un reglamento que obligaba a los partidos a postular la misma cantidad de hombres que de mujeres hecha un día después de que la MUD anunció sus nombres -que solo incluía a 12 mujeres de un listado de más de 90 candidatos- marcó un primer golpe a la fórmula opositora.

Esta plataforma, que agrupa a la mayoría de los partidos de oposición y que había elegido a buena parte de sus candidatos en un proceso de primarias y al resto por cooptación, renegoció los nombres a incluir en la tarjeta unitaria, acuerdos que pusieron de manifiesto roces entre los partidos.

Poco después, la Contraloría General anunció la inhabilitación de cuatro candidatos de la MUD (María Corina Machado, Enzo Scarano, Daniel Ceballos y Manuel Rosales) y además ratificó la misma medida sobre el fundador de Voluntad Popular, el encarcelado Leopoldo López.

Los inhabilitados pudieron designar los nombres de sus sustitutos, todos menos Machado, que al intentar postular a la socióloga Isabel Pereira se topó con la negativa de la MUD, un rechazo que abrió heridas dentro de la alianza.

La MUD alegó que es la plataforma y no sus integrantes de forma independiente quien elige a los sustitutos de los inhabilitados, así como cambios dentro del circuito por el que se iba a presentar Machado.

Para la opositora, el nombre de su sustituta fue un punto de honor que finalmente debió ceder aún sin ocultar sus críticas contra la Mesa, haciendo visibles nuevamente una relación que en los últimos meses ha mostrado grietas.

Machado, una de las opositoras bandera del antichavismo, fue además la diputada más votada en las elecciones parlamentarias de 2010, y su figura es representativa para los sectores más radicales de la oposición.

En simultáneo, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ) respondió a un recurso introducido por una fracción del partido Copei que reclamaba la destitución de la directiva, uno de los partidos más antiguos de Venezuela.

El máximo tribunal ordenó la suspensión de toda su directiva y la designación de una junta provisional que puso en el tapete viejas fricciones dentro de la organización socialcristiana.

Sin medias tintas, la MUD expulsó el miércoles al partido de sus filas y retiró el apoyo a los 27 candidatos que acudirían a las elecciones en nombre de Copei.

La plataforma opositora alegó entonces que esta directiva provisional se amparaba en la decisión del TSJ, una institución que la MUD considera que es manejada por el Ejecutivo y, por tanto, le estaban haciendo el juego al Gobierno.

El “cordón sanitario” a Copei anunciado por el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, deja afuera a un partido que si bien no es el más importante dentro de la alianza, cuenta con el respaldo de una militancia que podría ser fundamental para la contienda electoral.

La directiva interina de Copei, presidida por Pedro Urrieta, anunció que la organización socialcristiana no presentará a ningún candidato y con ello dejaron en claro que abren un ciclo de lucha contra la cúpula de la MUD, en vísperas de la campaña electoral.

En números, Copei representa el cuarto partido más importante en temas de participación para la alianza opositora. En las parlamentarias de 2010, el partido socialcristiano representó 579.676 votos de los 5.320.364 obtenidos por la MUD, agrupada por primera vez para unos comicios legislativos.

En ese año, el chavismo obtuvo la mayoría de la cámara legislativa con 5.423.324, alcanzando 98 escaños de los 165 y una agrupación disidente del oficialismo obtuvo los otros dos escaños restantes.

Entonces Machado, presentada por la oposición bajo la opción nominal y no por lista de partido, fue elegida con 235.259 votos, el apoyo más alto recibido entonces por un candidato.

También la oposición consiguió el número más alto por lista, con 691.118 votos, cifra que permitió llegar al Parlamento a Julio Borges y a Willian Ojeda, este último, a día de hoy uno de los conocidos ‘salta talanquera’ (tránsfuga) en la Asamblea.

El resultado de entonces constituyó un hito para la oposición como bloque, que por primera vez se acercó a los números del chavismo y que convirtió a la ‘Unidad’ en una necesidad de los opositores.

Con esta elecciones, en las que se elegirán a 167 diputados para el próximo periodo de cinco años, la oposición aspira a superar este último logro y obtener una mayoría en el Parlamento para tratar de poner en marcha el mecanismo legislativo que propicie un cambio de Gobierno a corto plazo. EFE