La Corte Suprema de Chile, ratificó hoy la libertad condicional concedida a un excarabinero condenado a cadena perpetua por el caso de tres profesionales comunistas secuestrados y degollados en 1985, durante la dictadura de Augusto Pinochet, informaron fuentes judiciales, reseña EFE
El excabo Alejandro Sáez Mardones es uno de los quince integrantes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar) procesados y condenados por el “caso degollados”, ocurrido a finale de marzo de 1985.
En un fallo dividido, la III Sala del máximo tribunal chileno confirmó una resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago, que en julio pasado concedió el beneficio a Sáez, con el argumento de que la Comisión de Libertad Condicional del mismo tribunal actuó “de forma ilegal y arbitraria” al negar en primera instancia la excarcelación a Sáez.
Según la corte, el exuniformado, condenado como autor del secuestro y asesinato del sociólogo José Manuel Parada, el profesor Manuel Guerrero y del pintor Santiago Nattino, sí cumplía con los requerimientos para optar al beneficio.
El voto disidente en la resolución de la Corte Suprema fue el de la jueza Rosa Egnem, quien consideró que el informe psicológico de Sáez “da cuenta de la permanencia en la justificación de sus acciones delictivas y ausencia en la conciencia del daño causado”.
Manuel Guerrero, hijo de una de las víctimas, aseguró a Radio Cooperativa que les “horroriza la decisión de la Corte Suprema porque establece un antecedente muy delicado de otorgar el beneficio de libertad condicional a un ejecutor material de un crimen de lesa humanidad”.
“Sáez Mardones no tiene conciencia del daño y tampoco se ha arrepentido de la justificación del delito cometido, por lo tanto para nosotros lo que ha hecho la Corte Suprema es un acto de denegación de Justicia”, aseveró Guerrero.
Sobre esa base, anunció que los familiares estudiarán recurrir a tribunales internacionales para que se sancione al Estado chileno por esta decisión.
Sáez ha cumplido con 22 años de su condena de presidio perpetuo, como uno de los responsables de la muerte de Parada, Nattino y Guerrero, quienes fueron secuestrados por los agentes, que posteriormente los degollaron y abandonaron los cadáveres en un camino rural en las afueras de Santiago.
Este caso se enmarca en el antiguo sistema procesal chileno, en el que un condenado a perpetua podía acceder a beneficios como la libertad condicional, salidas de la cárcel los fines de semana o diariamente, después de cumplir 20 años efectivos de prisión.
El caso causó conmoción en Chile y cuando se conoció la implicación de carabineros, gracias a la investigación del juez especial José Cánovas, renunció el jefe de la institución policial y miembro de la Junta de Gobierno, general César Mendoza. EFE