La Policía brasileña detuvo hoy a un exconcejal del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) en una nueva fase de la investigación por el gigantesco caso de corrupción de la petrolera Petrobras y que extiende el escándalo al Ministerio de Planificación. EFE
Una operación que movilizó a cerca de 70 agentes en las ciudades de Brasilia, Porto Alegre, Sao Paulo y Curitiba para hacer registros en diez diferentes direcciones terminó con la captura de Alexandre Romando, que fue concejal por el PT en Americana, un municipio en el interior del estado de Sao Paulo, informó la Policía Federal.
Los allanamientos realizados tienen por objetivo la búsqueda de pruebas para verificar denuncias de que uno de los implicados en el escándalo recibió sobornos para facilitar contratos con el Ministerio de Planificación por 50 millones de reales (unos 14,3 millones de dólares), según el comunicado de la Policía Federal.
Romando fue detenido en el aeropuerto de Sao Paulo y deberá ser trasladado a Curitiba, capital del sureño estado de Paraná y donde se centra el proceso judicial del caso.
La detención del correligionario de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, fue ordenada por el juez federal Sérgio Moro con base en el testimonio rendido por uno de los implicados en el escándalo, el empresario Milton Pascowitch, quien está colaborando con la justicia a cambió de una reducción en su condena.
Esta fase de la investigación se considera una continuación de la anterior, en la que se produjo el arresto de José Dirceu, uno de los hombres fuertes durante el primer Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, acusado de haber obtenido beneficios personales de la red de corrupción que operó al menos durante la última década en la petrolera.
El exministro de la Presidencia fue arrestado hace dos semanas acusado de haber recibido sobornos en el caso de desvíos de la petrolera estatal.
Dirceu, expresidente del PT, fue detenido en su residencia de Brasilia, en la que desde finales del año pasado cumplía prisión domiciliaria tras haber pasado en la cárcel doce meses, como parte de la condena a once años y diez meses que le fue impuesta en un caso de corrupción que hizo tambalear al Gobierno de Lula.
Según la Fiscalía, se ha comprobado que Dirceu fue uno de los políticos que “instituyó” la red de corrupción que operó durante la última década en la petrolera estatal y que, según las cuentas de la propia empresa, desvió cerca de 2.000 millones de dólares.
Los fiscales alegan que importantes empresas brasileñas obtenían de la petrolera contratos amañados, inflaban sus valores y repartían las diferencias con exdirectores de Petrobras y políticos que amparaban esas maniobras.
Por el escándalo también se investiga a una veintena de grandes empresas y a medio centenar de políticos, en su gran mayoría de la base que apoya a la presidenta Dilma Rousseff y entre quienes figuran los presidentes de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renan Calheiros.