Ecuador enfrenta este jueves intensas protestas en las calles y el bloqueo de varias vías, en una jornada de rechazo al gobierno y a una enmienda constitucional que permitiría la reelección del presidente Rafael Correa, quien tildó de “fracaso” la huelga convocada por la oposición. AFP
Héctor Velasco / AFP
Cinco policías han resultado heridos en choques con manifestantes indígenas en el sur del país, según un balance de la policía.
Pese al llamado de sectores sindicales e indígenas a paralizar actividades, los servicios de transporte, educación, salud y justicia se prestan con regularidad en las principales ciudades, aunque muchas personas se abstuvieron de salir o interrumpieron sus actividades a causa de las movilizaciones.
En seis de las 24 provincias los nativos bloquearon vías. Un grupo de ellos taló árboles y los arrojó sobre la Panamericana sur, la carretera que conecta con el Perú, impidiendo el tránsito, observó un periodista de la AFP.
“Total normalidad en principales ciudades. Lamentablemente, el viejo país, utilizando a indígenas, bloquearon” algunas carreteras, escribió Correa en su cuenta de Twitter.
El mandatario agregó que “ante el fracaso del paro”, sus adversarios recurrieron al “cierre de vías” y llamó a los transportistas – un sector aliado del gobierno – a “indignarse”.
Quito es el foco de la jornada de protesta, la más intensa que enfrenta el gobierno desde la rebelión policial de septiembre de 2010 que dejó diez muertos, y que fue considerada por Correa como un intento de golpe de Estado.
Decenas de indígenas, que acamparon en un parque central de Quito tras realizar un recorrido de 800 km a pie y en auto, desde el sur del país, han marchado durante el día por la ciudad antes de sumarse en la tarde a una movilización organizada por sindicatos.
“Mientras el gobierno no haga un pronunciamiento (sobre nuestros reclamos) seguirán las medidas de hecho en todo el país”, dijo a la AFP Jorge Herrera, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador(Conaie).
De su lado, los oficialistas también están concentrados frente a la sede presidencial, en el centro de Quito, para impedir los supuestos planes golpistas denunciados por Correa en las últimas semanas.
“No queremos que los golpistas, los arribistas, continúen tirando las cosas que están avanzadas”, dijo a la prensa Carlos Litardo, un líder campesino que apoya al gobierno.
“No queremos la reelección indefinida”
Los reclamos contra el gobierno son de toda índole, pero confluyen principalmente en la exigencia de que se retire un paquete de enmiendas constitucionales que debe ser aprobado en diciembre por el Congreso de mayoría oficialista.
Entre las enmiendas está una que permitiría a Correa, en el poder desde 2007, presentarse a un nuevo mandato de cuatro años en las elecciones de 2017.
“Nos hemos declarado en levantamiento, para nosotros Correa está caído, ya no nos representa”, dijo a la prensa Carlos Pérez, un dirigente indígena de la sierra.
Pérez agregó que sólo dejarán de protestar cuando Correa archive las enmiendas. “No queremos reelección indefinida, porque vamos a caer en la dictadura”, enfatizó.
Acosado por protestas que estallaron el 8 de junio, Correa admitió que encara una “dura prueba”, en medio de la desaceleración de la economía por la caída de los precios del petróleo y la apreciación del dólar – la moneda que circula enEcuador-, y cuyo alto precio le quita competitividad a los productos ecuatorianos.
Muy popular en varios sectores, Correa todavía no ha decidido si se presentará a un nuevo mandato, pero ha denunciado que el movimiento de protesta busca sacarlo del poder antes de 2017.
El miércoles en la noche, el presidente alertó sobre posibles desmanes y ordenó a la policía “evitar la violencia”, aunque sin permitir tampoco agresiones a los uniformados por parte de los manifestantes.
Los indígenas – movimiento que protagonizó protestas que forzaron la salida de presidentes entre 1996 y 2005, pero que ahora está dividido en torno al gobierno – se muestran muy desafiantes con Correa.
“El éxito sería derrumbar a este gobierno, a este boca suelta. Tenemos que decirle: hasta aquí llegaste compañero y que rinda sus cuentas”, dijo a la AFP Luis Medina, un transportista indígena de 40 años.
Además del rechazo a las enmiendas constitucionales, sectores empresariales, de clase alta y media protestan contra las políticas e iniciativas de corte socialista de Correa, con las que según el mandatario pretende reducir la desigualdad mediante, por ejemplo, la elevación de los impuestos a las herencias y a la plusvalía.
La Conaie también rechaza leyes o iniciativas de ley que le han restado poder a los indígenas en la administración del agua, la tierra y la educación en sus territorios.
Desde Caracas, el gobierno del presidente Nicolás Maduro convocó a un ‘tuitazo’ mundial para mostrar el respaldo a Correa.
Continúan enfrentamientos. Manifestantes usan piedras y petardos contra barricadas de policía #Quito #ParoEcuador pic.twitter.com/2uwV3lEB1z
— Jean Paul Bardellini (@JBardellini) agosto 13, 2015
Manifiestantes intentan ingresar a palacio enfrentamientos con la policía q usa gas lacrimógeno pic.twitter.com/ijX9Bw0ew6
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2000 policías custodian centro histórico de #Quito y bloquean paso hacia Palacio de Gobierno #ParoEcuador pic.twitter.com/QR5DiUrRmc
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Trabajadores, indígenas y quiteños avanzan por centro histórico gritando contra reelección indefinida #ParoEcuador pic.twitter.com/pR32mk8GA4
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