La presidenta de Chile Michelle Bachelet defendió el viernes en México el derecho de la mujeres chilenas a interrumpir el embarazo en determinadas situaciones, en un auditorio repleto de legisladoras, funcionarias, diplomáticas y académicas que la ovacionaron. Así lo reseñó la AFP.
“Un Estado que es laico (…) como el nuestro no puede imponer una visión del mundo y una decisión a las mujeres”, dijo la presidenta al dictar una conferencia sobre género ante un auditorio que estalló en aplausos.
El Congreso chileno discute una iniciativa para establecer el aborto terapéutico en tres causales -riesgo de vida para la madre, violación e inviabilidad fetal- en uno de los pocos países en el que la interrupción del embarazo no está permitida en ninguna forma.
Bachelet señaló que el Estado debe “buscar opciones a mujeres que tienen distintas situaciones personales” y dar la libertad a las ciudadanas que decidan interrumpir el embarazo.
En Ciudad de México desde 2007 está despenalizado el aborto voluntario antes de las 12 semanas de gestación, mientras que en el resto del país es legal por diferentes causales como violación y riesgo para la vida de la madre.
Bachelet habló ante cientos de mujeres mexicanas que la acogieron con entusiasmo y admiración.
“Déjenme decirles que fui mejor cantante y guitarrista que voleibolista”, dijo ante la amplia presentación que le dio la senadora mexicana, Gabriela Cuevas.
Además de presentarla como una de las 15 mandatarias en el mundo, la primera secretaria de Defensa de la región, la primera titular de ONU mujeres y dos veces presidenta de Chile, Cuevas incluyó en su curriculum que fue vocalista y guitarrista del grupo “Clak Clak” y jugadora de voleibol.
Las mujeres le preguntaron sobre las dificultades que enfrenta para compaginar su vida pública y privada. “Leo el diario todos los días, no lo leo ni los sábados ni los domingos”, señaló.
“Uno tiene que buscar espacios y momentos” para recuperar la energía, añadió.
Recomendó a la mujeres formar redes de solidaridad para dar apoyo y recursos a las que lo necesitan, porque “todas tienen una dificultad” para conciliar el trabajo y la vida familiar.
Recomendó también solidarizarse contra las frecuentes críticas que se generan hacia las que trabajan y que se han incorporado a la vida pública.
Muchas veces, señaló, las personas del sexo femenino “somos extraordinariamente críticas con las mujeres y poco solidarias”, apuntó ante personas de diferentes colores políticos.
“La mala noticia es que la ‘superwoman’ (super mujer) no existe”, bromeó al final de su intervención.