La sostenida caída en los precios de la cesta venezolana de crudos, que el viernes se ubicó por debajo de los $40 el barril, incrementa los prospectos de que el régimen de Nicolás Maduro incurra en una moratoria de deuda en cuestión de meses, escenario que economistas dicen ya casi está garantizado salvo que China lance un salvavidas.
Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
“La situación de Venezuela es desesperada en este momento. Si esta dinámica se mantiene, no van a tener más alternativa que entrar en default, salvo que sean rescatados por los chinos, los rusos, los iraníes, o por alguien”, dijo Russell M. Dallen, socio gerente de Latinvest Group Holdings.
“En este momento, no tienen donde ir. No pueden ir a los mercados financieros para conseguir ayuda”, agregó.
La cesta venezolana de petróleo cayó el viernes a $39,62 el barril, más de $21 por debajo del nivel de $60 previsto en el presupuesto nacional. El anunció tumbó la cotización de la moneda nacional en el mercado cambiario paralelo, cerrando el viernes en 700.99 bolívares por dólar.
Según los economistas consultados, el déficit en moneda dura que enfrenta el régimen actualmente suma entre $20,000 millones y $25,000 millones en financiamiento, adicionales a las desesperadas operaciones de ventas de activos en el exterior que el régimen ha estado realizando, como el empeño de las reservas de oro y la venta a descuento de las obligaciones de Petrocaribe que le debe República Dominicana, Jamaica y otros países.
La caída en los precios del petróleo, que acentúa los efectos del colapso del modelo petropopulista aplicado por el chavismo, ha estado reflejándose en los graves problemas de escasez e inflación que afligen a los venezolanos.
Para Steve H. Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad John Hopkins en Baltimore, Venezuela ya se encuentra a las puertas de entrar en un proceso hiperinflacionario, con la inflación anual implícita ubicándose el viernes en 717 por ciento.
Y eso es solo el principio, dijo Hanke.
“En estos precios del petróleo, el bolívar va a seguir bajando y la inflación va a seguir disparándose. Ya superó el nivel de 700 por ciento y va a seguir subiendo”, manifestó.
Otros economistas estiman un comportamiento menos pronunciado de la inflación, pero coinciden en que el país ya muestra síntomas de un proceso hiperinflacionario.
La caída en los precios del petróleo incrementa las presiones sobre Maduro, quien se ha estado comiendo las reservas internacionales del país para tratar de colocar algunos productos en los vacíos anaqueles de los supermercados.
Ya la renta petrolera no alcanzaba, incluso cuando el precio del barril estaba por encima de los $50 el barril, comentó Antonio de la Cruz, Director Ejecutivo de la firma Inter American Trends.
“Estaban destinando un poquito para las importaciones y el resto para pagar la deuda. Pero ellos ahora están llegando al extremo donde van a tener que decidir si pagan deuda o si pagan importaciones”, comentó De La Cruz desde Washington.
“Y si pago las importaciones, me tengo que tirar un default”, añadió.
Venezuela tiene previsto pagar algo más de $6,000 millones en intereses y amortización de capitales en lo que resta del año y luego enfrenta vencimientos por más de $10,000 millones en el 2016, la mayor parte de ellos produciéndose en febrero.
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