Ya “La Pulga y El Piojo” son una pareja estable. Al final se casaron (sin padrino por culpa de una gata), sin embargo, a la versión que realizamos en el 2014 se le han actualizado los mismos y los nuevos problemas que vivimos los venezolanos “en revolución”.
La Pulga y El Piojo se quieren casar;
pero no se casan por falta de real.
Respondió Maduro muy autoritario:
Cásense tranquilos, yo aumento el salario.
Ya no es el salario que ya fue aumentado;
ahora son los precios que se han disparado.
Dijo el Intendente con cara de susto:
eso no es problema, pondré precios justos.
Ya no es precios justos que ya los tenemos;
ahora es el producto: ¿dónde lo hallaremos?
Aclaró el gobierno desde su trinchera:
si ese es el asunto cierro la frontera.
Ya no es la frontera que ya fue cerrada
ahora es la bebida que está racionada.
Expresó el Seniat frente a esa querella:
eso lo arreglamos con el capta huellas.
Todos se durmieron esperando el vino, y a la media noche:
¡Zaaaaas..…!
El hampa Intervino