Roberto Enriquez: Carta pública al Defensor del Pueblo

Roberto Enriquez: Carta pública al Defensor del Pueblo

thumbnailRobertoEnriquezDr. Tareck William Saab:

De entrada puede parecer una ingenuidad escribirle esta carta; sabiendo que usted está ubicado política e ideológicamente en la trinchera de mis adversarios. Pero para quienes amamos la paz, y entendemos que la mejor forma de garantizarla es con el ejercicio pleno de la justicia, nos toca aferrarnos con fuerza a las herramientas que nos da el Estado de Derecho para que, precisamente, nuestros derechos, sean respetados.

Hoy me dirijo a usted para solicitarle defienda los derechos del pueblo copeyano, de la comunidad socialcristiana venezolana que está atravesando una circunstancia aciaga. Hoy le escribo para solicitarle que defienda los derechos políticos de los militantes y dirigentes de Copei. Hoy Copei está en un limbo. Siete ciudadanos acudieron a la Sala Constitucional del TSJ para solicitar un amparo porque según sus argumentos ellos no habían sido consultados para la elección de candidatos a la Asamblea Nacional. El TSJ no sólo decidió otorgarles el amparo sin darnos el derecho a la defensa, sino que además, me suspendió temporalmente de la Presidencia de Copei a mí, a la Junta Directiva y a todos los miembros de la Dirección Política Nacional, y designó una junta Ad Hoc para sustituirnos temporalmente integrada por cinco de los demandantes.





La decisión del TSJ obligaba a dicha junta Ad Hoc a hacer las consultas que supuestamente nosotros no hicimos antes del lapso preclusivo de postulaciones determinado por el CNE. Lo cierto del caso es que esos señores no presentaron las consultas ni postulaciones en el lapso debido violentando los derechos constitucionales de la militancia y dirigencia copeyana.

No conforme con esto; desacataron el mandato que la máxima instancia del partido, Asamblea Nacional, instancia que reúne a las autoridades regionales de todo el país, quienes le ordenaron hacer las postulaciones, desistir del recurso y permitir que las autoridades legítimamente electas se reincorporaran en sus funciones. Todo esto ha colocado a Copei en un estado de indefensión inmerecido.

No le escribo para pedirle un favor, le escribo para que se haga justicia. Usted sabe muy bien que al cuarto día de dictado el amparo debió fijarse la fecha de la audiencia. Ya vamos para cuatro semanas y no ha sido posible. Usted sabe muy bien que por ser un amparo la suspensión debe ser temporal para proteger la lesión constitucional supuestamente causada. El daño causado se agrava cada día, el castigo a Copei es desproporcionado. Dr. Tareck, le solicito que como Defensor del Pueblo actúe para permitirnos el derecho a la defensa y la decisión en los lapsos perentorios y dentro del marco y limites que ordena la legislación relativa al amparo constitucional. No creo estar pidiendo mucho, habida cuenta el gravamen que se nos ha causado.

Yo creo en la bondad pero también sé que existe la maldad, decir que alguien por ser chavista o por ser opositor es malo o bueno per se, es una forma burda de desconocer la naturaleza humana. Copei está siendo víctima de la maldad, de corazones resecos de odio, de malos hijos que son capaces de vender a sus compañeros de partido, sedientos de ambición e intoxicados de envidia.

Llegamos a dirigir Copei por elecciones de base que contaron con el apoyo del CNE. Somos legítimos. En aquellas elecciones internas nos anularon nuestras planchas y el mismo TSJ ordenó hacer las elecciones internas de Copei y que se nos permitiera participar. Nunca llegamos a la conducción del partido haciendo tramoyas ni pactos subalternos, nos eligieron nuestros compañeros.

Hoy toco su puerta públicamente para pedir justicia para el Copei de Venezuela. Para salir de este bache y luchar por convertirnos “en la espada y el escudo de los pobres” como lo soñaron nuestros fundadores.