Un policía murió al explotar una granada que trataba de desactivar y que había sido dejada en la puerta de un colegio en Lima, aparentemente por extorsionadores, confirmaron el lunes las autoridades.
AFP
Según reportes de prensa, fueron dos las granadas dejadas en la puerta del colegio Cristo Salvador, del distrito de Villa el Salvador (sur) en la capital peruana, en plena hora de clases.
Tras la evacuación de los alumnos, el primer artefacto fue desactivado por el agente, pero el segundo explotó cuando era manipulado.
“El agente de Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la Policía había desactivado una primera granada y cuando buscaba hacer lo mismo con el segundo artefacto, éste explotó”, dijo a la prensa el brigadier Rafael Calvo, del cuerpo de Bomberos.
Según imágenes difundidas por Canal N, el policía estaba recostado boca abajo en el piso, tratando de desactivar el artefacto cuando este reventó. “Inmediatamente el agente fue trasladado al hospital”, señaló.
Minutos después, falleció por la gravedad de las heridas, confirmó a la AFP el ministerio del Interior.
La policía presume que los explosivos fueron dejados por extorsionadores, método que también ha sido empleado en otros distritos de Lima como en San Juan de Lurigancho, el más habitado del país, donde unos 50 colegios han denunciado haber sido objeto de amenazas por parte de presuntas bandas que les piden dinero para dejarlos funcionar.
El alcalde de Villa El Salvador dijo que esta acción contra un colegio del distrito “es una muestra clara de la inseguridad que se vive en el país”.
En julio, una granada hizo explosión dentro de un circo, hiriendo al menos a ocho personas.
Un grupo de alcaldes ha pedido que el gobierno permita la intervención de las Fuerzas Armadas para apoyar a la policía en las labores de seguridad ciudadana, como ha ocurrido en las favelas de Rio de Janeiro.
Según una encuesta realizada en julio, el 76% de peruanos dijo sentirse inseguro en el país por causa de la delincuencia.