Eran las dos de la tarde en Sao Paulo y un hombre amenazaba a una mujer con un arma, sosteniéndola como rehén, en lo alto de las escaleras del pórtico de la Catedral de la Sé, edificio neogótico localizado en pleno centro de la ciudad.
Un mendigo se abalanzó sobre él para intentar salvar a la víctima y recibió varios disparos. Acto seguido, un agente de la policía disparó contra el hombre armado y terminó con su vida. El resultado, grabado por varios ciudadanos con sendos teléfonos móviles, dos muertes a plena luz del día en una de las zonas más concurridas de la mayor ciudad de Sudamérica.
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