Los cuerpos de nueve individuos fueron descubiertos en una fosa clandestina en el oriental estado mexicano de Veracruz, a raíz de una investigación sobre personas desaparecidos, informó hoy la Fiscalía General del Estado.
EFE
La Fiscalía indicó en un comunicado que la fosa fue ubicada por elementos de la Armada de México en un predio del municipio costero de Alvarado, en el Golfo de México. La mayoría de los cadáveres presentaban tatuajes en la mayor parte del cuerpo.
La institución estatal precisó que fue enviado al lugar un grupo de expertos forenses, así como fiscales investigadores y elementos de la Policía Ministerial Acreditable.
Los especialistas realizan prácticas periciales que “cumplen con las normativas internacionales de protección a los derechos humanos de las víctimas y protocolos de identificación de personas”, detalló el comunicado.
Actualmente, añadió, se realizan las labores de investigación para precisar la identidad de los cuerpos.
Ante el hallazgo, decenas de familiares de personas desaparecidas en Veracruz acudieron a las instalaciones del Instituto de Medicina Forense y de la Fiscalía Regional del Estado en el municipio de Boca del Río para solicitar ver los cadáveres recuperados en la fosa y determinar si corresponden a sus seres queridos.
En el periodo de 2006 a 2015 se tenía un registro de 3.089 denuncias de personas desaparecidas en el estado de Veracruz, estado afectado por una oleada de violencia relacionada con bandas de narcotraficantes.
El 70 por ciento de las personas que se reportaron como desaparecidas fueron encontrada. Es decir, 2.139 fueron entregadas a sus familiares, 90 % de ellas vivas y 10 sin vida. De las personas localizadas, según los informes, 86 % “no estaban vinculadas” con hechos delictivos.
Por ahora, según los informes oficiales, 950 personas están ausentes. Para ubicarlas se implementó la “Alerta Amber” y se creó una fiscalía especializada en personas no localizadas, además de que se codificó del delito de “desaparición forzada” en las leyes locales.
Asimismo, se llevó a cabo la creación de una base de datos y se puso en operación el software donado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, conocido como ante mortem-post mortem.