Un joven de 23 años ha sufrido una explosión en el cigarrillo electrónico que fumaba que le ha provocado una serie de lesiones de gravedad, entre ellas, la fractura de un cuello, el dedo, la pérdida de algunos dientes e importantes quemaduras en la mano y en la boca, reseña que.es.
Según publican los medios locales, James Lauria tuvo que estar ingresado una semana en el Hospital Universitario de Alabama, lugar en el que los médicos tuvieron que hacer un gran trabajo para reconstruirle la boca.
La situación ha sido tan grave que un mes y medio después del gravísimo suceso tiene que estar con una dieta líquida. Los médicos no son nada optimistas con la evolución de las partes de su cuerpo más afectadas y explican que tiene un largo camino de recuperación por delante