El ministro brasileño de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira, declaró hoy que la guerra en Siria solo puede ser solucionada a través del diálogo, al mismo tiempo que condenó el terrorismo, en el transcurso de una visita al país vecino, el Líbano.
EFE
“No se puede poner fin a la crisis siria por la fuerza, sino por un diálogo que garantice una representación justa de los componentes de la sociedad (siria)”, dijo Vieira, según la Agencia Nacional de Noticias libanesa.
El brasileño se entrevistó hoy con el primer ministro libanés, Tamam Salam, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, y su homólogo libanés, Yebrán Basil, además de visitar a los soldados de su país que integran la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL).
El titular de Exteriores expresó su repulsa al terrorismo, señalando: “apoyamos las negociaciones pacíficas y el diálogo entre los países”.
Por otra parte, subrayó que entre el Líbano y Brasil hay “vínculos humanitarios e históricos profundos”, debido a la presencia de unos seis millones de brasileños de origen libanés, y puso como ejemplo de ello los miles de vuelos entre ambos países.
“Brasil y el Líbano mantienen relaciones políticas positivas. Siempre hemos apoyado el gobierno libanés para salvaguardar la paz y la estabilidad del país, prueba de ello es nuestra presencia en el seno de la FINUL, cuya fuerza marítima lideramos desde 2011”.
Asimismo, destacó que el apoyo de Brasil al Líbano se ha incrementado en los últimos años, desde el estallido de la guerra en Siria en 2011, a través de ayudas financieras a las organizaciones de la ONU en el Líbano para los refugiados sirios y palestinos.
Destacó asimismo que Brasil aceptó 7.000 demandas de asilo para los refugiados sirios por motivos humanitarios.
Respecto a las relaciones comerciales entre ambos estados espera que se incrementen tras la firma de un memorando de entendimiento en 2014 para negociar un tratado de libre comercio.
Vieira llegó ayer al Líbano,procedente de Teherán, y rindió homenaje a los oficiales de la Marina brasileña, y condecoró con la Orden del Río Blanco a la corbeta “Barroso”, que el pasado día 4 rescató a 220 inmigrantes, entre ellos 94 mujeres y 41 niños, que intentaban llegar a Italia en un barco que estaba a punto de naufragar en el Mediterráneo.