Luis Cavani, padre del futbolista uruguayo Edinson Cavani, no podrá conducir durante un año y deberá comparecer habitualmente ante la policía tras salir ayer en libertad después de casi 3 meses en prisión preventiva como presunto autor del homicidio de un joven de 19 años en un accidente de tráfico.
EFE
Sin embargo, continúa procesado, por lo que el juicio sigue adelante y se estima dure en torno a un año y medio, según informaron a Efe fuentes del Poder Judicial uruguayo.
Además, añadieron que el juez encargado del caso entendió que atendiendo a la entidad del delito por el cual se encuentra enjuiciado, el de homicidio culposo, el tiempo de prisión preventiva fue suficiente.
El suceso ocurrió el pasado 22 de junio en la ciudad de Salto, al noroeste de Uruguay y de la que es oriunda la familia Cavani, y en el mismo estuvo involucrado un vehículo automotor -conducido por el padre del jugador- y una motocicleta guiada por el joven, que sufrió lesiones que finalmente le provocaron la muerte.
Según dijo entonces a Efe el juez Guillermo Royes, la prueba de espirometría realizada a Cavani arrojó “varias veces superior al permitido” y por tanto “lo contundente” era el alcohol que “llevaba el conductor, que de por sí no podía conducir”.
“El homicidio culposo significa que es responsable del homicidio en grado de culpa. La culpa se produce porque obró con negligencia al momento de hacer lo que hizo, al momento de conducir su vehículo lo hizo bajo los efectos del alcohol. Eso es negligente”, explicaron hoy fuentes judiciales.
Las mismas destacaron la diferencia con el homicidio doloso, de mayor gravedad, ya que en el caso de Cavani no se aplica porque no hubo “intención de matar”.
El dictamen fiscal fue favorable a la liberación de Cavani, y el juez decidió en el mismo sentido su excarcelación provisional, aunque determinó como medidas cautelares la prohibición de conducir vehículos por un plazo de doce meses y la obligación de presentarse ante una comisaría de policía cuatro veces por semana, dos horas cada vez y durante 90 días.
Por homicidio culposo, el código penal uruguayo establece penas con un mínimo de seis meses y un máximo de ocho años de prisión.
Sin embargo, establece que la aplicación del máximo se considerará especialmente justificada -salvo circunstancias excepcionales- cuando de la culpa resulte la muerte de varias personas o la muerte de una y la lesión de varias, lo que no corresponde con el caso del padre del futbolista.
No obstante, al no contar con antecedentes penales, si la sentencia final impone una pena de hasta tres años de prisión, el juez podrá conceder la suspensión condicional de la misma, por la que no deberá entrar en prisión pero se someterá a un plazo de vigilancia de su conducta durante un año.