El aire estaba contaminado con el humo del incienso y de los tabacos, mientras los creyentes bebían aguardiente de caña desde una jícara situada en el altar y lo rociaban sobre la multitud.
Por Jaime Hamre/Reuters/Fotos Reuters
Niurka Mola Guerra, de 50 años, llamaba a los espíritus desde el altar en un salón estrecho de un edificio en el barrio de Centro Habana. Ella es considerada madrina en la santería, una creencia que tiene sus raíces en la religión yoruba llegada a Cuba desde el África Occidental por los esclavos.
Como muchos, Mola Guerra es católica romana además de ser santera y asiste a misa dos veces al mes. Está muy animada con la visita del Papa Francisco, del 19 al 22 de septiembre.
Pero desea que el Sumo Pontífice reconozca formalmente el papel de la santería en la vida espiritual de los cubanos.
“La religión católica está presente en todas las manifestaciones de la santería. Al final es el mismo fin: acercarnos a Dios”, dijo la también maestra en una guardería en La Habana.
Alrededor del 60 por ciento de los 11 millones de cubanos es bautizado, según la Iglesia, pero expertos dicen que igual número es practicante de la santería u otras religiones de origen africano.
La santería es una mezcla de elementos católicos con la religión yoruba. Muchos cubanos se identifican con ambas tradiciones y sus ceremonias.
La Iglesia ha sido tolerante con la santería, pero sigue recelosa. El Vaticano no ha reconocido a la santería como una religión y Francisco no tiene ningún encuentro programado con sus practicantes.
“La Iglesia Católica no tiene ningún papel en la santería”, dijo Dionisio García, Arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba.
Aunque sea monoteísta, la religión yoruba que vio nacer a la santería no tiene raíces comunes cristianas con el catolicismo, según expertos. Curas están preocupados porque no todos los que asisten a misa en Cuba aceptan a Jesús o reconocen a la Virgen María, principios importantes de la Iglesia Católica.
“Ser católico y ser santero no es contradictorio para ellos. Para nosotros, sí”, dijo Gilbert Walker, un sacerdote de Misisipi que lleva 12 años en la isla. “Aunque la santería use símbolos cristianos, carece de contenido cristiano”.
Walker sostiene que cerca de la mitad de los feligreses de su iglesia en La Habana Vieja practican también la santería. Dice que muchas veces encuentra palomas decapitadas, merengues blancos, cocos y otras ofrendas para Obatalá, un “orisha” o un ser sagrado yoruba que se asocia con un santo católico.
Los “santeros”, un término usado a menudo para referirse a todos creyentes pero que realmente debe ser reservado para quienes han completado la iniciación de un año, deciden cuáles aspectos hay que seguir de cada religión.
“Vamos a seguir creyendo en Dios aunque el Papa no nos reconozca (a los santeros)”, dijo Yuris Landis, un enfermero de 27 años, momentos después de lo que justificó como un breve ataque de convulsiones inducidas por un espíritu en una ceremonia celebrada recientemente en La Habana.
Llamar a los muertos
Decenas de santeros llenaron el salón en Centro Habana para una ceremonia, pidiendo salud y éxito para su compañero Lyan Hernández, de 36 años, quien es uno de muchos cubanos blancos que han adoptado la religión afrocubana.
Cuando llegaban, los participantes se quitaban la energía negativa mojando sus frentes y brazos con agua perfumada del altar, adornado con muñecas y figuras que representaban los ancestros de Hernández. El hombre puso adicionalmente una cruz para representar la presencia de Dios.
Mola Guerra abrió la ceremonia con oraciones en español y la lengua yoruba para llamar a los espíritus y terminó con la oración del Padre Nuestro.
Por cinco horas, cuatro músicos tocaron ritmos yorubas mientras los fieles bailaban ritmos africanos o lo que los espíritus les inspiraran, según Mola Guerra.
Las ceremonias de santería se celebran como una continuación del trabajo espiritual que se hace dentro de la iglesia, apuntó.
El hecho que los santeros veneren tanto al orisha como al santo es percibido por los curas católicos cubanos como una confusión de las religiones.
Contra todo pronóstico, los devotos de la santería esperan que el Papa Francisco pueda cambiar ese aspecto de la Iglesia, dado los cambios que ha aplicado el Pontífice dentro del Vaticano desde que asumió en el 2013.
“Francisco está haciendo muchos cambios favorables para la humanidad, entonces nos daría mucho placer y mucho orgullo hacerle una actividad”, dijo José Manuel Pérez Andino, presidente de la asociación cultural yoruba de Cuba y sacerdote de esa religión. “Ojalá nuestra invitación fuera aceptada”.