El líder del partido conservador Nueva Democracia, Vanguelis Meimarakis, prometió hoy en el mitin de cierre de su campaña iniciar una nueva era tras las elecciones que Grecia celebrará el próximo domingo y formar un Gobierno de amplio apoyo que sea capaz de sacar al país de la crisis.
EFE
“Creo que los ciudadanos no quieren más experimentos de Syriza, no quieren más mentiras. Hay que acabar con los ineptos, con la mentira… el experimento Syriza termina el domingo”, dijo Meimarakis ante varios de miles de seguidores de Nueva Democracia que acudieron a escucharle a la céntrica plaza de Omonia, en Atenas.
Como ha hecho durante toda la campaña, el político conservador recalcó su voluntad de formar una amplia coalición de partidos para imponer un nuevo modelo de Gobierno que reflote la economía.
“Es necesaria la cohesión y el acuerdo entre los que quieren que nos entendamos, esa es nuestra opción, esa es mi opción”, señaló.
Meimarakis centró su intervención en recalcar las promesas incumplidas del Gobierno del izquierdista Alexis Tsipras durante sus siete meses de gestión y en garantizar que Nueva Democracia tratará de “relanzar la economía, estabilizar las finanzas del Estado, hacer la administración pública más eficaz” y atraer las inversiones.
Se dirigió especialmente a los jóvenes, que le acompañaron en el estrado durante una parte de su discurso.
“Están con nosotros los jóvenes…que exigen que pongamos fin al experimento peligroso de Syriza”, dijo el candidato de 61 años, dirigiéndose a este sector del electorado que en los elecciones pasadas se decantó mayoritariamente por Tsipras.
Meimarakis, que se presenta a sus primeros comicios como cabeza de cartel de Nueva Democracia, llegó a la presidencia del partido el pasado julio, después de que su antecesor, Andonis Samarás, dimitiese tras la derrota del partido en el referéndum.
Samarás y el también ex primer ministro, Konstantinos Karamanlís, acudieron a arropar a Meimarakis en su mitin más importante.
A diferencia de los comicios de enero, cuando Nueva Democracia cerró la campaña en un pabellón deportivo de las afueras de Atenas, en esta ocasión eligió la popular plaza de Omonia, ubicada en el centro de la ciudad y cuyas calles aledañas quedaron cerradas al tráfico.
Presidiendo la plaza se instaló un gran escenario revestido de los colores del partido, el tradicional azul y el recién estrenado naranja, así como numerosas pantallas para retransmitir la intervención de Meimarakis.
Minutos antes del inicio del mitin, que empezó con una hora de retraso, ya había congregados cientos de seguidores del partido, entre ellos un nutrido grupo de las juventudes que llegó marchando desde una calle aledaña al gritos de “Viva Nueva Democracia”.
Entre la multitud, numerosas banderas griegas y pancartas con el eslogan con el que los conservadores concurren a estas elecciones “Grecia hacia adelante”.
La mayoría de simpatizantes considera que la mejor opción en las actuales circunstancias es la formación de un Gobierno de amplio apoyo, que sea capaz de sacar al país de la crisis.
Así lo cree Tasos, uno de los asistentes que ha llegado con antelación para coger un buen sitio en la plaza.
“Quiero que se haga un Gobierno con todos los partidos, no es un tema de partidos, sino de Grecia, de patria, por encima de todo”, señaló este pensionista que solo exceptúa la participación del neonazi Amanecer Dorado, al que califica de “racista”.
Para su esposa, Keti, “Grecia será la que ganará” con la formación del un Ejecutivo de amplia mayoría.
“Solo Meimarakis puede sacar el país adelante. Nadie más puede”, sostuvo esta ama de casa, mientras un anciano que la escuchaba le corea ‘bravos’.
En los mismos términos se pronunció Despina, una abogada de unos 40 años, que se muestra optimista acerca de la victoria de los conservadores.
Cree que su líder “tiene la suficiente fuerza para gestionar bien una situación difícil y sacar al país del pantano en que se encuentra”.
Envueltas en una bandera nacional, María y Nadia, dos amigas que forman parte de las juventudes del partido, coinciden en que Meimarakis es el único que puede gestionar el actual escenario, pero creen que sería mejor un Gobierno en solitario debido a que el resto de partidos “no tiene la misma opinión”.
Syriza y Nueva Democracia acuden prácticamente empatados a los comicios, y mientras unos institutos dan una ligera ventaja a la izquierda, otros se la confieren a los conservadores.