El 3 de abril del año 33, fecha en la que los investigadores coinciden en señalar la crucifixión de Jesús, Saturno, Urano, Júpiter, la Tierra y Venus se alinearon en forma de un hombre crucificado.
El descubrimiento de este curioso fenómeno estuvo a cargo del historiador de la Universidad de Wisconsin-Madison, Miguel Antonio Fiol. “No son pocos los estudios que indican con precisión la fecha (de la muerte de Jesús): la Biblia, los calendarios, las condiciones astronómicas, incluso la geología”, señaló el experto.
Una ilustración, publicada para graficar el hallazgo, muestra la posición que los planetas adoptaron durante esa fecha, hace 2 mil años. Así, puede observarse que los anillos de Saturno, en la parte superior de la figura planetaria, tienen el aspecto de un halo, o una corona, reminiscentes a la corona de espinas sobre la cabeza de Jesús. Del mismo modo, Urano y Júpiter representarían las manos, mientras que los pies estarían conformados por la Tierra y Venus.
“Incluso a primera vista, yo sabía que se parecía a la crucifixión”, comentó Fio, “pero me tomé tiempo para descubrir todos los paralelismos posibles”. Según el historiador, la alineación planetaria comenzó a mediados de marzo, prolongándose hasta mediados de abril del año 33. Esta misma alineación se produce una vez por cada ciclo de 333 años, lo que significa que aconteció seis veces, entre el año 0 y el año 2000.
Vía History.com