La Cancillería venezolana informó hoy que el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, efectuará este viernes una visita oficial, una semana después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunciara la compra de aviones rusos.
La Cancillería, que informó de la visita en una convocatoria a los periodistas, en la cual no reveló la agenda de Lavrov y dio dos horas distintas de su llegada a Caracas, se limitó a dar cuenta de que el jefe de la diplomacia del Gobierno de Vladímir Putin será recibido por el vicecanciller para Europa, Alejandro Fleming.
Desde Moscú se informó a su vez de que Lavrov será recibido por Maduro.
El presidente venezolano anunció el pasado 18 de septiembre que un avión de combate ruso Sukhoi-30 estrellado entonces cerca de la frontera con Colombia será reemplazado y que además se comprarán otras 11 aeronaves iguales, que se sumarán a las 24 compradas en 2010.
“He ordenado iniciar las negociaciones para conseguir 12 nuevos aviones Sukhoi en nuestra alianza con nuestra hermana Federación Rusa”, declaró Maduro ese día.
Se estima que el ministro de Exteriores de Rusia conocerá en Caracas detalles de esa negociación ordenada por Maduro y también de los renovados empeños del jefe de Estado venezolano por reunir a gobernantes de naciones petroleras, sean o no parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Venezuela estima que una reducción consensuada de la oferta mundial de crudo alentará un repunte de los precios del petróleo, y con esa convicción se ha entrevistado este año personalmente con Putin en dos ocasiones, la última a inicios de este mes en China.
Tras ello, Maduro aseguró que había acordado con Putin incentivar el alza del precio del petróleo y estabilizarlo en un promedio de entre 70 y 80 dólares el barril, alrededor del doble de la media que alcanza este año el precio de venta del crudo venezolano.
El presidente de Venezuela subrayó que a los mercados “les convienen precios por encima de 70 dólares el barril”, una idea con la que, dijo, Putin expresó estar de acuerdo.
El Kremlin negó sin embargo que ello fuera un acuerdo concreto y el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, destacó el pasado 8 de septiembre en Moscú que Putin y Maduro no llegaron a hablar de “instrumentos específicos de cooperación o coordinación, de algún paso particular o de promesas concretas”.
Explicó que Putin y Maduro abordaron “la necesidad del intercambio de información, la coordinación de acciones en el marco de una situación extremadamente volátil de los precios de los hidrocarburos, en particular, el crudo”.
Putin incluso comentó a Maduro, subrayó Peskov, que “no puede haber acciones lineales” para influir en la dinámica de los precios, ya que se trata de “un proceso de mercado”.
El ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, aseguró además el pasado 16 de septiembre que más bien su país discrepa con los llamamientos de Venezuela, y también de Argelia y Ecuador, a reducir la extracción de petróleo para contrarrestar la caída de los precios.
“Cada cierto tiempo Venezuela, Argelia y Ecuador se dirigen a nosotros. Pero nuestra posición no ha cambiado: consideramos que una reducción artificial no traerá ningún beneficio. Al contrario, solo agravará la situación”, dijo Nóvak.
El 5 de marzo pasado, al cumplirse dos años de la muerte del antecesor y mentor de Maduro, Hugo Chávez (1954-2013), la diplomacia rusa recordó que Venezuela y ese país han labrado una relación con características de “asociación estratégica en el plano político, diplomático, militar y energético”.
Chávez “era un auténtico amigo de Rusia y realizó una contribución de un valor incalculable a la asociación estratégica” entre ambos países, gracias a los diez viajes que efectuó a Rusia en sus catorce años de gobierno (1999-2013), declaró entonces en Moscú el viceministro de Exteriores, Alexéi Meshkov.
EFE