Si tienes fantasías sexuales, déjame que te felicite. ¡Eres normal! No importa si eres una persona religiosa, soltera, casada, heterosexual, homosexual… todos tenemos fantasías sexuales en algún momento y eso está muy bien. Algunas veces necesitamos conjurar esa imagen altamente erótica para ayudarnos al llegar al orgasmo .
¿qué ocurre si decides llevarlas a cabo?
EL RIESGO DE LOS CELOS
Si arrastras a tu pareja a tener sexo con más personas, el riesgo es que uno de los dos se sienta celoso. Nunca olvidaré a una pareja que conocí hace varios años y que rompieron después de participar en una serie de orgías. La ex-esposa le dijo de su hasta ese momento esposo: “Él tuvo sexo con esta otra mujer de la misma manera que lo hacía conmigo. Eso hizo que no me sintiera excitada, muy al contrario, y, por supuesto, sentí que no me amaba más y me sentí muy celosa de la mujer con la que estaba teniendo sexo”.
EL RIESGO DE NO SABER DÓNDE ESTÁ EL LÍMITE
Una vez que ya has dado el paso y te has unido a sexo grupal, bondage, swingers, sadomasoquismo o lo que sea con tu pareja, el sexo normal te parecerá aburrido en comparación. ¿Te acuerdas haber leído sobre tal o cual político o celebridad descubierto en una práctica sexual extrañísima? Pues eso, una vez que cruzaste la línea, puede ser que necesites llevarlo cada vez más lejos para alcanzar el mismo nivel de satisfacción, ten cuidado con hasta dónde o puedes ponerte en peligro.
EL RIESGO DE SALIR HERIDA
Tal como hemos mencionado antes, necesitas poner los límites para alcanzar el placer sexual. Si se trata de actividades que implican azotes, asfixia o dolor, ten cuidado para no salir herida… o muerta.
EL RIESGO DE CONTRAER UNA ENFERMEDAD SEXUAL
La mayoría de nosotros conoce los riesgos del sexo sin protección y lleva condones y dams en la cartera. Pero cuando se trata de sexo grupal o sexdo extraño puede ser fácio olvidarse. la excitación puede hacernos sentir invencibles y un descuido puede llevarnos a una enfermedad venérea o, incluso SIDA.
EL RIESGO DE SER DESCUBIERTA
Hacer realidad nuestras fantasías puede involucrar que busques en Internet sitios de swingers, sadomasoquismo y quizá suponga que lleves extraños a casa o acabes en casa de extraños. Ten cuidado de que tu vida privada no se filtre en tu vida profesional y familiar. Alguien podría sacarte fotos y hacerlas públicas, lo que podría llegar a oídos de tus hijos o tu empleador. Piensa en esos políticos que han arruinado su vida por tener sexo oral de alguien que no era su esposa.
LOS RIESGOS DE HACERTE ADICTA
El sexo es una parte saludable de la relación de pareja. Es una parte saludable de la vida. Estamos hechos para disfrutar del sexo. Pero, como cualquier otra cosa, puede ser adictivo. Lo mismo que cuando te haces adicta a tu vibrador, te puedes volver obsesiva con tus fantasías sexuales. Si eso interfiere en tu trabajo, tu vida normal o la relación con los tuyos, es hora de pedir ayuda.
Puede haber un lado positivo en hacer realidad tus fantasías, esto es que tengas un secreto compartido con tu pareja. Esto puede ponerle pimienta a la relación, todo depende de hasta dónde lo lleven sin que la fantasía se adueñe del sexo.
Vía mamiverse.com