No siempre es fácil dejar de disparar. Cuando estamos de viaje, nos quedaríamos con cada detalle de lo que vemos, sin pensar en las decenas de megas que nos llevamos por delante. Para evitar saturar nuestro ordenador de imágenes repetidas y topicazos viajeros, os sugerimos algunas ideas para garantizar que vuestras fotos, además de bonitas, sean también interesantes. Traveler.es
1. QUE LA FOTOGRAFÍA SEA LA EXCUSA
Para conocer gente, descubrir más sobre su cultura o, incluso, para hacer algún que otro amigo por la carretera.
2. PIENSA ANTES DE DISPARAR
No te pongas a tomar imágenes como si no hubiera un mañana. Piensa el encuadre, en la persona que quieres sacar o en la mejor parte del paisaje. Que no te puedan las ansias.
3. ¿QUÉ QUIERES DECIR?
Esta es una de las preguntas más importantes del viaje, y también de las más incomodas. El mundo está lleno de fotos que lo muestran todo. Piensa si quieres contribuir al caos fotográfico o aportar algo nuevo.
4. DETERMINA LAS MEJORES HORAS
En general, las 10 de la mañana es el mejor momento para tomar fotos. Pero cada lugar tiene su propio tempo, claro. Descúbrelo y aprovecha la hora más fotogénica.
5. PIENSA TAMBIÉN EN LOS COLORES
Si retratas a alguien, ¿por qué no le pides que se mueva al fondo perfecto? Una simple pared puede convertir una foto corriente en una imagen impactante.
6. INTENTA EVITAR LA FOTO TÍPICA
La torre de Pisa es muy graciosa, sí. Y el paso de Abbey Road también, por supuesto. Pero si quieres que tus fotos tengan fans deberás evitar los topicazos recurrentes.
7. O HAZLA CON TU MARCA PERSONAL
Si te gustan mucho las poses, otra opción es hacer justamente lo contrario: ir repitiendo por todas partes la misma fotografía. Una especie de experimento temporal que divierte a los espectadores. Un poco a lo Where the Hell is Matt?, pero con fotos.
8. DATE TIEMPO PARA CONOCER EL ESPACIO
Evita el turista japonés que todos llevamos dentro: aunque tengas poco tiempo para visitar un lugar, date diez minutos para vivir primero la experiencia y, luego, fotografiarla.
9. EVITA LOS SELFIES
Todos sabemos que el que ha ido de viaje eres tú. Eso es evidente, por eso cuelgas las fotos. Pero cuidado: por mucho que te quieran tus amigos, no tienes por qué obligarles a verte en cada localización de tu viaje, cual Wally. Intenta compensar las imágenes de tú, tu mismo y tu viaje.
10. ¿TODAVÍA QUIERES HACER SELFIES?
Bueno, está bien. Pero por lo menos hazlos de la manera más moderna posible, por ejemplo con el monopod, el gadget de moda que al menos da una perspectiva más amplia a la foto.
11. DA VARIEDAD AL ASUNTO
Intenta que el 80% no sean fotos de comida. Sí, son bonitas y artísticas. Pero cansan mucho, y sólo tienen gracia cuando te puedes comer el plato en cuestión. No des celos innecesarios y limita los manjares de tus viajes.
12. DA TODA LA INFORMACIÓN POSIBLE
Los retratos acostumbran a ser bonitos, pero aportan poca información. Es mejor si seleccionas momentos de la vida cotidiana, que se vea a gente haciendo alguna actividad.
13. CAPTA MOVIMIENTO EN LOS PAISAJES
Los mismo pasa con los paisajes: estáticos no aportan mucho – no más de lo que podamos encontrar en Wikipedia-, así que intenta capturar algún movimiento dentro del paisaje.
14. DALE TIEMPO
Las buenas imágenes no son fáciles de conseguir. Acostumbran a aparecer en un lugar en el que llevamos mucho rato, del que ya nos hemos empapado y que, en cierta medida, empezamos a conocer. Por algo los fotógrafos de viaje no son paparazzi.
15. PREGUNTA SI PUEDES FOTOGRAFIAR
Aunque la tentación de tomar un robado es alta, es mejor preguntar antes de disparar. A veces no hace falta hacerlo con palabras, y un simple gesto puede servir para pedir permiso y que te lo den.
16. JUEGA CON LAS PERSPECTIVAS
Puede ser con espejos, con diferentes alturas o incluso con los reflejos de una cuchara. Sorprende con nuevas perspectivas de lugares famosos o haz que la plaza de tu pueblo sea irreconocible para los vecinos. Fotografiar también es jugar.
17. ELIGE LA MEJOR CÁMARA
La mirada es más importante que la tecnología, eso ya lo sabemos. Por eso, la cámara que lleves no es tan esencial como parece. Hay grandes imágenes hechas con cámaras de usar y tirar; y fotos de lo más sosas con aparatos carísimos. Al final, lo que cuenta no es la cámara; eres tú.
18. APUESTA POR LO COMPACTO
Si aún así quieres que te aconsejemos un aparato, la recomendación es algo compacto y fácil de llevar. Un mini trípode elástico nunca viene mal, especialmente si nos gustan las fotos nocturnas.
19. INSPÍRATE EN LOS GRANDES
Los mesías viajeros van por el mundo retratando todo lo que ven, y nos pueden dar ideas para nuestra próxima escapada. Steve McCurry y Oded Balilty están a la cabeza, por supuesto.
20. SELECCIONA LAS IMÁGENES
No sólo antes de disparar sino también cuando las guardas en el disco duro. Intenta elegir la mejor foto de cada jornada, para no saturar a los demás –ni a ti mismo- con imágenes innecesarias. ¿Puedes elegir sólo una foto por cada día de viaje?