Luis Eduardo Rodríguez asegura que todo cambió cuando él perdió su trabajo.
“Me ha tratado con arma contundente, peleas, empujones y gritos. Y psicológico pues me vive amenazando en quitarme mis niñas, en llevárselas, en no dejármelas ver”, relató el hombre.
Actualmente, vive en su casa con ella debido a que se encuentra desempleado y lo único que ha podido conseguir es labores como pintar carros y limpiar casas. Sumado a esto, tiene problemas de salud que le impiden desempeñar algunas labores.
La paciencia suya llegó al tope luego de que su esposa le prohibió utilizar el baño. “Tengo que dormir en la sala de mi casa, sobre cartones, porque fui despojado de la habitación principal, no tengo cobijas y, me da pena decirlo pero es la realidad, para mis necesidades fisiológicas tengo que salir a altas horas de la noche a utilizar los potreros”.
La demanda que instauró Luis es por agresión verbal y psicológica y argumenta que las precarias condiciones en las que vive actualmente están agravando la enfermedad que padece.
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