Unos 3,500 euros separan a Andrea De Sousa de su diploma de posgrado en Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá, en España, publica El Nuevo Herald.
Sergio N. Cándido
“Yo cumplí, yo estudié, yo tengo una nota sobresaliente pero es como que no existiera porque hasta que no pague no voy a ver el resultado de mi trabajo,” dijo De Sousa.
Un año después de que el gobierno venezolano emitiera una negativa masiva de divisas a miles de estudiantes en el exterior, la gran mayoría continúan siendo denegados la liquidación cambiaria.
Muchos han abandonado los estudios y trabajan de manera ilegal para poder subsistir, a la espera de una respuesta que les dé esperanzas para reactivar sus estudios el próximo semestre.
Aquellos que sí han podido completar sus cursos gracias a extensiones de pago otorgadas por sus universidades enfrentan nuevos retos: las instituciones se rehúsan entregarles sus títulos hasta que no abonen las matrículas en su totalidad.
Siga leyendo en El Nuevo Herald