La trombosis es un coágulo de sangre que se forma en una vena y la obstruye. Las más comunes son la trombosis venosa profunda de miembros inferiores y el embolismo pulmonar, aunque también existe la trombosis arterial, reseñó El Comercio.
¿Qué la origina?
Las causas de la trombosis son múltiples. Existen factores hereditarios, como las enfermedades que producen trombofilia (es decir, enfermedades que aumentan los niveles de coagulación). También existen factores adquiridos, como una reciente cirugía de cadera o de rodilla que alteran el flujo venoso y producen una circulación más lenta con tendencia a tener estasis (estancamiento de la sangre en alguna parte del cuerpo).
La presencia de un neoplasia (cáncer) tiende a producir sustancias que producen trombosis. El embarazo es un factor de riesgo en personas predispuestas, así como los anticonceptivos, corticoides o tamoxifeno (medicamento complementario para el tratamiento de cáncer de mama). También la inmovilización prolongada e inclusive viajes largos. La obesidad y el tabaquismo también son factores de riesgo de trombosis.
Señales de alerta
Atenta si tienes antecedentes de familiares con trombosis. También si tienes dolor en las piernas que se incrementa con la flexión del pie o si notas que una de tus piernas o ambas se han hinchado y tienes la sensación de pesadez o calor en esa zona.
Si se trata de una trombosis arterial, el cuadro es más intenso y agudo, con dolor, limitación funcional y cambio de coloración y frialdad del miembro afectado.
¿Cómo prevenir un espisodio de trombosis?
Tener una alimentación balanceada.
Combatir la obesidad, disminuir la ingesta de grasas y carbohidratos.
No fumar.
Realizar ejercicio cardiovascular por lo menos 30 minutos diarios.
Sé responsable con tus evaluaciones médicos periódicos y de prevención, sobre todo si tienes factores de riesgo.
Si vas a realizar viajes prolongados usa medias para várices o toma algún medicamento para prevenir los episodios trombóticos.
Consulta con su médico antes de tomar cualquier medicamento nuevo.
Fuente: Dr. Walter Hidalgo Cáceres, coordinador de Medicina Interna de la Clínica Delgado