Durante los primeros meses de vida, el sistema digestivo del niño no se ha desarrollado totalmente debido, entre otros factores, a que las enzimas que se encargan de descomponer la lactosa y las proteínas de la leche no se encuentran completamente activas; lo que puede producir llanto, gases y cólicos.
Dar a los bebés una acertada nutrición es una tarea que debería disfrutar plenamente cada madre; sin embargo, si el llanto y la incomodidad del pequeño se hacen presentes, es posible que este momento se transforme en una fuente de frustración y preocupación para toda la familia.
Como consecuencia, a la hora de la comida la irritabilidad puede presentarse en más de un 80% de los niños menores de cuatro meses; que se puede manifestar con molestias asociadas al tubo digestivo como por ejemplo gases, 33%, estreñimiento, 28% y reflujo, 22%.
Ayudar al niño a sentirse mejor es una tarea complicada pero no imposible
Lo primero que debe hacer la madre es identificar qué tipo de malestar está presentando su bebé; la irritabilidad por los gases comúnmente es acompañada de llantos, también el niño podría extender y contraer sus piernas a la altura del estómago debido al dolor. Los cólicos suelen ser mucho más extremos, empiezan después de la tercera semana de vida, duran al menos tres horas al día y se repiten más de tres veces a la semana. Por último si el caso es de estreñimiento, la madre podrá notar evacuaciones duras, que causan molestias como sangrado y lesiones perianales, sin embargo es muy frecuente que la madre confunda el cambio en la frecuencia de las evacuaciones con el verdadero estreñimiento.
“Asistir al especialista es de suma importancia para tranquilizar a la mamá ya que muchas veces se trata de malestares transitorios normales del lactante que igualmente requieren controlarse lo más pronto posible. El pediatra podría sugerir cambios en los hábitos de la alimentación, en el tipo de alimentos que está recibiendo o cualquier otra opciones que ayuden al sistema digestivo en desarrollo”, asevera el Doctor Jorge Higuera, Director Regional de Asuntos Médicos para Latinoamerica de Mead Johnson Nutrition®.
Otras técnicas que se pueden utilizar al momento de alimentar al niño incluyen:
- Nutrir al bebé exclusivamente con leche materna. En el caso de niños que se alimenten con fórmulas, los especialistas recomiendan aquellas con proteínas lácteas parcialmente hidrolizadas (predigeridas) y reducidas en lactosa.
- Alimentar al bebé en posición semisentado, más frecuente pero con menos volumen.
- Intentar que el niño eructe golpeando levemente la espalda y moviendo hacia arriba después de la alimentación.
- Aplicar suaves masajes sobre el abdomen.
- Calmar al bebé cuando llore para evitar que trague aire.
Un problema con solución
Es frecuente que estos malestares estén presentes durante los primeros 6 meses; esto debido a que es en ese tiempo, en que el aparato digestivo madura lo suficiente para disminuir estas molestias.
Es importante consultar al pediatra quien indicará formas más adecuadas de aliviar las molestias y descartará otras patologías asociadas, para evitar complicaciones; en ningún caso se recomienda de manera rutinaria el uso de fármacos o remedios caseros, ya que podrían causar intoxicación, cualquier indicación debe ser bajo prescripción médica.
Luego de aplicar las recomendaciones del especialista, los padres notarán como los síntomas disminuyen y comenzarán a disfrutar momentos más tranquilos y felices junto a su bebé. Si los síntomas persisten se recomienda consultar con el Pediatra. La paciencia de la madre, aceptando el llanto del bebé y acompañarlo con mimos y caricias pueden ser de gran ayuda.
Nota de prensa