Raúl Castro visitará México la primera semana de noviembre

Raúl Castro visitará México la primera semana de noviembre

Foto: Archivo
Foto: Archivo

El presidente cubano, Raúl Castro, realizará una visita de Estado del 5 al 7 de noviembre a México, donde se reunirá con su homólogo Enrique Peña Nieto para discutir distintos puntos de la agenda bilateral, informó este jueves la cancillería mexicana.

AFP

“Se trata de la primera visita de Estado que el mandatario cubano realiza a México desde que asumió la presidencia en 2006”, enfatizó la dependencia en un comunicado donde confirmó que la sede del encuentro será la ciudad de Mérida, Yucatán (este, Caribe), por los “vínculos históricos profundos” de ese estado con Cuba.





Durante el encuentro, Castro y Peña Nieto revisarán “los principales temas de la agenda bilateral y regional en los ámbitos político, económico y de cooperación”, destacó la cancillería sin dar más detalles.

La canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, había anunciado que Castro visitaría México este año al regresar de una visita a La Habana el pasado 19 de octubre, pero no precisó la fecha.

La visita de Estado de Castro tiene “un significado especial” para el gobierno mexicano ya que se da en el marco de una relación “entrañable para ambos países y que atraviesa por una excelente etapa”, resaltó la cancillería.

Peña Nieto relanzó en noviembre de 2013 las relaciones con Cuba después de que se enfriaran bajo los gobiernos conservadores de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012).

El gobierno mexicano destacó que, fruto de esas renovadas relaciones, México y Cuba firmaron un nuevo marco jurídico bilateral que ha permitido, entre otras cosas, que haya más de 30 nuevos proyectos de inversión mexicana en la isla.

México es el tercer socio comercial de Cuba en América Latina y el séptimo emisor de turismo hacia ese país.

En la década de 1960, bajo el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) -el de Peña Nieto-, México fue el único país latinoamericano que resistió las presiones de Estados Unidos y se negó a romper relaciones diplomáticas con la isla comunista.