La ruta a las parlamentarias de diciembre ha estado llena de obstáculos colocados por el propio árbitro electoral. Expertos advierten que esas trabas enturbian la posibilidad de unos comicios transparentes y aseguran que entre las más graves están la negativa a una observación internacional calificada y la pasividad de los rectores del CNE ante el ventajismo del gobierno, publica El Nacional.
1. No a la observación. El 16 de septiembre el directorio del CNE aprobó la resolución de acompañamiento electoral, con lo que descartó definitivamente la posibilidad de una observación calificada y se excluyó la invitación a expertos de ONU, OEA y UE propuesta por la Mesa de la Unidad Democrática.
Daniel Fermín, investigador del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, dijo que el obstáculo a la observación “es uno de los más graves porque pudo haber sido una forma de detener el clima de desconfianza generalizada que existe sobre el desempeño del CNE”. Investigaciones de la organización han arrojado que 6 de cada 10 venezolanos no confían en el árbitro electoral.
“Lo lógico es recrear condiciones para que eso cambie, y uno de los pasos sería invitar a países y organizaciones con expertos calificados. Pero se mantiene el acompañamiento, figura muy limitada y restrictiva. Creemos que el CNE está a tiempo de rectificar con respecto al alcance de la observación. Con el retiro de Brasil se deja claro que no se trata de una agenda de ataque contra el CNE, sino que las misiones tienen un prestigio y no quieren hacer simple turismo electoral”, señaló.
Brasil decidió que no enviará una delegación a las parlamentarias porque no aceptó que su labor se limite a la de acompañante, sino que sean observadores con autonomía. Además, la participación de Unasur como acompañante está en duda. La Corte Electoral Uruguaya, que preside el Consejo Electoral del organismo suramericano, informó que el sentido de la misión de observación está en riesgo porque la proximidad de los comicios, la demora y el agotamiento de los plazos para la aprobación del equipo podría afectar la “eficacia y los resultados” de su trabajo, informó Efe.
La observación calificada cuenta con equipos de técnicos especializados en cada fase del proceso, realizan auditorías, evalúan la campaña, recorren centros votación y se mantienen en el país después del proceso para entregar un informe sobre lo que observaron. Los acompañantes vienen pocos días antes de los comicios y no pueden opinar.
La presidente del CNE, Tibisay Lucena, solo permitió el acompañamiento de Unasur, Corea del Sur, Rusia, Centro Africano y Celac.
Félix Arroyo, representante electoral de AD, coincidió en que la negativa a la observación ha sido el principal obstáculo: “Debería existir desde hace un mes, que vean las auditorías, la propaganda y que no se limite a la votación”.
2. Ventajismo. El CNE ha ignorado el abuso de la condición de funcionarios de algunos candidatos del PSUV, que aprovechan los recursos del Estado para hacer campaña. En sus recorridos casa por casa los aspirantes del Polo Patriótico andan en compañía de alcaldes, gobernadores, ministros o vicepresidentes y entregan canaimitas, neveras, televisores, materiales y casas de la Misión Vivienda.
El artículo 67 de la Constitución prohíbe al Estado financiar partidos, mientras que la Ley Orgánica de Procesos Electorales, en su artículo 75, lo hace con respecto al financiamiento de la propaganda con recursos públicos.
El 20 de octubre, en la inauguración de una planta de maquinaria de construcción en Barinas, Nicolás Maduro, aprovechando su condición de jefe del Estado, promocionó a varios candidatos del PSUV a través de VTV.
Arroyo lamentó que el CNE no impida la campaña con recursos públicos: “Se inauguran obras en compañía de candidatos, se envía la comida a sitios determinados para hacer proselitismo, los alimentos no llegan en igual medida a lugares de tradición opositora. Se utilizan los recursos públicos en campaña y el CNE no hace nada”.
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