El abogado y defensor de los Derechos Humanos, Rafael Narváez, aseguró que el aumento del sueldo mínimo en 30% se convierte en sal y agua y constituye una burla para la población.
Recordó que la Cesta Básica Familiar ya supera los Bs 97 mil y que fuera de esto, un pantalón puede costar como mínimo Bs 5 mil, “entonces el pueblo decide comer o comprar un estreno para el muchacho”.
“Es un Estado alejado de toda defensa de Derechos Humanos”, dijo el abogado que además calificó como falso aquel sistema donde se le avisaría a la persona por mensaje de texto, en qué farmacia buscar su medicamento. “Es engañar a un pueblo que está sumiso, con dolor y con mucho temor porque si protesta arremeten los cuerpos de seguridad del Estado, le levantan un expediente y lo mandan a la cárcel. Es un Estado sumamente prepotente”, aclaró.
Reiteró que mensualmente hay un promedio de 420 muertes violentas, de las cuales 133 son mujeres. “Entre la escasez, el alto costo de la vida y la inseguridad mantienen un pueblo muy triste”.
“Yo no sé cuánto cuestan los zapatos de Arreaza porque si la gente humilde va a comprar los zapatos en Bs 7 mil, le quedan Bs 2.500 (…) Arreaza pareciera vive en otro país, que no le duele la gente. Si las hallacas estarán en Bs 700, el núcleo familiar tiene al menos cinco personas, entonces solo podrán probar una hallaca. No tendrán para el 24 ni para el 31”, expresó respecto al marcaje de precios justos que el funcionario realizó en días pasados en varios establecimientos.
Añadió que a funcionarios como vicepresidente y Jacqueline Farías con sus colas “sabrosas”, nos les duele el cerro, la gente humilde porque hace años se divorciaron de ellos, porque creen estar en la cúspide y solo miran abajo para buscar votos.
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