ALTO
¿HABRÁN MAS?:
Siguen apareciendo testimonios de personas, expertos o funcionarios cuyas declaraciones o conceptos fueron tergiversados, manipulados, cambiados por el régimen de Chávez y de Maduro bajo amenaza o mediante pago en los juicios contra sus enemigos políticos. Tan solo ayer escribía la experta lingüística Rosa Amelia Asuaje rechazando el uso de su peritaje en la sentencia contra López: “nunca dije que los discursos del dirigente de VP llamaran a la violencia”. Así los casos de López, Ledezma, Afiuni, Ceballos, estudiantes y militares, por decir solo una parte de los presos políticos del régimen convertido en el mas represivo violador de los Derechos Humanos desde los tiempos de Gómez o Pérez Jiménez.
Por todo ello hay preocupación en el gobierno de Obama pues no quiere Estados Unidos ser el único país al que se le acerquen quienes tienen “municiones” contra el gobierno venezolano. No pueden dar asilo a todo el que quiera informar. Por ello los gobiernos de México, Panamá y España se están ofreciendo para aquellos rojos rojitos que quieran ser patriotas cooperantes -pero contra el gobierno- y así puedan pedir asilo en esos países. Las últimas revelaciones que desde Brasil, Uruguay y Chile se han hecho contra el gobierno venezolano así como la negativa de los entes electorales en venir de “asomados” y no de observadores con plenos derechos y suficiente tiempo para evaluar el proceso electoral manipulado por años por “el proceso rojo” son evidentes.
MEDIO
MÁS VIAJES, MÁS RETÓRICA:
El presidente Maduro nos ratifica que seguirá viajando. Que los graves problemas institucionales y macro económicos que definen internamente al país no ameritan su preocupación e intervención. Nos acaba de informar que para el 10 y 11 de noviembre se encontrará en Riad, Arabia Saudita, asistiendo la IV Cumbre América del Sur-Países Árabes. En su anuncio nuevamente demuestra falta de conocimientos propios o de una adecuada asesoría. Dijo: “Que no vengan unos especuladores a ponerle un precio (al petróleo), es el planteamiento que yo llevo. Ojalá Dios nos acompañe…”. Nos preguntamos, ¿sabrá Nicolás que quien inspira al mundo árabe es Alá y no Dios? ¿Sabrá el presidente de Venezuela ganarse simpatías, seguidores con este tipo de afirmaciones cuando ya se sabe que países claves y determinantes como la propia Arabia Saudita y Rusia ya han dicho que no lo acompañaran en su absurda propuesta? ¿Serán representantes de estos dos países miembros de esa lista de “especuladores” que señala el presidente venezolano? A menos de dos semanas de la inauguración de esta lejana Cumbre, las agencias internacionales de noticias todavía no conocen cuáles delegaciones han confirmado su asistencia de los más de treinta países de la Liga Árabe y de Unasur que deberían participar en Riad. Mientras Maduro viaja y habla, el petróleo llega a 37,95 dólares el barril y no toma ninguna medida que evite la ya anunciada catástrofe financiera que se nos viene encima…
BAJO
AZÚCAR ROJA Y ESCASA:
Transcribo unos comentarios que me hace un productor de caña de azúcar desde el estado Portuguesa: “…el sector azucarero puede ser el mejor ejemplo del desastre de los gobiernos de Chávez y Maduro para con toda Venezuela. El dato es preciso: nuestra zafra del año 2005 fue de 9 millones de toneladas. Este año 2015 de casualidad llegaremos a 4.5 millones de toneladas, un 50% menos.” Les resumo en este otro: “…en el año 2005 llegamos a autoabastecernos de azúcar en un 70%, mientas que importábamos el 30%. Hoy, diez años después, y cuando la divisa es más escaza y costosa, es completamente al revés: importamos el 70% y producimos internamente solo el 30%…” Luego de unos análisis muy técnicos y locales de su región, nos señala “…los venezolanos necesitamos cerca de 16 millones de toneladas de azúcar al año. Con adecuadas políticas de estímulos y precio podríamos alcanzarlas. Tenemos con qué, tenemos las tierras, el agua, los productores, cultura y tradición para el cultivo de la caña de azúcar, también tenemos la capacidad industrial instalada…” Sobre esto último es alarmante lo que nos escribe: “…el país tiene 6 instalaciones industriales privadas, las cuales producen el 80% de la azúcar que consumimos, mientras que el gobierno tiene bajo su control 10 instalaciones industriales en las cuales se produce solo el 20 % de la producción nacional…”.