La Casa Blanca dijo hoy que no descarta ninguna hipótesis sobre las causas de la tragedia aérea ocurrida en Egipto, incluida la posibilidad de un atentado terrorista, y aclaró que el Gobierno estadounidense todavía no tiene su propia teoría sobre qué pudo hacer caer al avión ruso siniestrado.
EFE
“Todavía no tenemos nuestra propia determinación” sobre las causas del siniestro, ocurrido el pasado fin de semana en la península del Sinaí, y “no podemos descartar nada”, incluida la posibilidad de un acto terrorista, comentó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Según fuentes de la inteligencia estadounidense citadas en las últimas horas por varias cadenas televisivas del país, el avión ruso que cayó con 224 personas a bordo en la península del Sinaí pudo haber sido objeto de un atentado del Estado Islámico (EI) o algún grupo yihadista vinculado a él.
Por el momento se desconocen las causas del siniestro, pero la rama egipcia del EI, Wilayat Sina, asegura haber derribado el avión, aunque no ha ofrecido detalles de cómo lo hizo.
El Gobierno del Reino Unido ha suspendido todos los vuelos con la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, a raíz de que sus servicios de inteligencia señalaron que el aparato ruso pudo caer a tierra a causa de un artefacto explosivo.
En una declaración en su residencia oficial de Downing Street, el primer ministro británico, David Cameron, señaló hoy que no hay “certeza” de que haya sido un artefacto explosivo, pero parece cada vez “más probable” que lo fuera.
Por su parte, Rusia hizo hoy un llamamiento a esperar los resultados de la investigación del siniestro antes de anticipar conclusiones.
Además del Reino Unido, otros países como Irlanda y Holanda y compañías como Air France y Lufthansa también han tomado medidas para evitar los vuelos sobre la península del Sinaí.
Estados Unidos no ha anunciado ninguna medida y el portavoz de la Casa Blanca detalló hoy que el Gobierno está revisando si se debe tomar alguna acción específica para reforzar la seguridad de los vuelos comerciales que llegan al país desde ciertos lugares.
Este miércoles Earnest había explicado que la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) mantiene desde marzo pasado un aviso sobre vuelos en la península del Sinaí.
Según Earnest, ese aviso aconseja a las aerolíneas estadounidenses no volar en esa zona a una altitud inferior a los 7.900 metros y menciona “potenciales riesgos” asociados a “actividades extremistas”.
Asimismo, el portavoz precisó que no hay ninguna aerolínea estadounidense que opere regularmente en la península del Sinaí.