Hay personas enganchadas a las redes sociales que comparten cada detalle de su día a día. Prácticamente cualquier acción cotidiana es suficiente para subir una imagen a Instagram, Facebook o Twitter. Aunque no siempre seamos conscientes de ello, hay publicaciones que contienen datos personales que, de caer en manos erróneas, pueden jugar en nuestra contra.
Algo así le ha sucedido a Becky Szenk y Mark Higging, una pareja que decidió informar a sus amigos de las redes sociales que se cambiaban de casa. Lejos de limitarse a hacer este simple comentario, los jóvenes dieron todo lujo de detalles en sus perfiles de Facebook. Llegado el día y con todos los muebles listos para ser trasladados a su nuevo hogar, apareció un camión en la puerta de su antigua vivienda, y no era precisamente el de la empresa que habían contratado.
Pese a llegar dos horas antes de lo acordado, ni Becky ni Mark desconfiaron de los supuestos operarios y dejaron en sus manos todas sus pertenencias. Sin embargo, minutos más tarde, llamaban a su puerta los verdaderos encargados de la mudanza.
La pareja puso rápidamente el caso en manos de la policía, aunque será complicado que puedan localizar a los responsables del robo.
Vía Que.es