Durante el foro “Experiencias del diálogo social” impulsado por el Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) su director general, León Arismendi, señaló que las alzas del salario decretadas por el Poder Ejecutivo no son discutidas con los actores sociales involucrados y se toman de forma unilateral. Expresó que el primer paso para cambiar esta realidad sería la instalación de unas mesas de negociación con presencia de los trabajadores, empleadores y el Estado para que se dé un debate.
Arismendi explicó que cuando solo se aumentan los bonos de compensación (tiquetes de alimentación), el salario queda rezagado y no se ve reflejado en la remuneración real al trabajador” Esto lo consideramos una vuelta al pasado, donde imperan los subsidios y no el alza del sueldo real que se ve reflejado en las utilidades, vacaciones etc. Es importante resaltar que tampoco estas decisiones son consultadas con la organizaciones sindicales o patronales sino son tomadas de forma unilateral por el ejecutivo”, dijo.
El profesor de la UCV indicó que las malas políticas económicas del Gobierno actual tienen en una eterna carrera a los sueldos detrás de los precios de los productos de primera necesidad, donde siempre ganan el costo de las mercancía a comprar, “El sueldo de los trabajadores se gasta en una semana, sin darte cuenta ya se te acabaron los centavos, dejando al salario totalmente absorbido por la fuerte inflación que vivimos”.
Exhortó al Gobierno nacional a reconocer a los actores sociales e institucionalizar mecanismos para consultar las diferentes políticas económicas a aplicar, evaluando así todas las posibilidades y alternativas de forma plural. “Ellos buscan un enemigo en la llamada guerra económica que nadie conoce, a quien culpan de la alta inflación, así evadiendo primero el examen de la realidad y segundo el deber de tomar los correctivos de una economía enferma”, afirmó.
El director general de Inaesin recalcó la necesidad de instalar unas mesas de diálogo tripartito, donde trabajadores, empresarios y Estado se puedan sentar a discutir la grave crisis económica que vive Venezuela. “Sincerarnos el problema de una economía rentista donde en la actualidad no producimos casi nada y dependemos solamente del ingreso petrolero. Un Gobierno que destruyo el aparato productivo y no hay estímulo para el trabajo, porque el sueldo no alcanza para nada”.