Los egipcios de trece provincias, entre ellos los de El Cairo, comenzaron hoy a votar en la segunda fase de las elecciones legislativas, marcadas de nuevo por la baja participación y el desinterés y de las que saldrá el primer Parlamento desde la disolución del anterior en 2012.
EFE
La jornada electoral terminó a las 21.00 hora local (19.00 GMT), continuará mañana y contará con una segunda vuelta, los próximos 1 y 2 de diciembre.
El ambiente en el que se desarrolló fue de calma, según destacaron varios observadores y la Comisión Electoral.
El día estuvo también dominado por las grandes medidas de seguridad y por la escasez de participación, que en la primera fase de los comicios, celebrada el 18 y 19 de octubre, fue del 26 %.
En el distrito popular de Al Gamaliya, en el este de El Cairo, donde nació el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, los habitantes paseaban con indiferencia por los callejones, entre los vendedores de artesanía y los cafés populares, donde los habituales fumaban en pipas de agua ajenos a la jornada electoral.
A pesar de las numerosas pancartas y carteles de diferentes candidatos, los colegios electorales de este barrio, al igual que los de otros visitados por Efe, permanecían casi vacíos.
El presidente de una mesa electoral de la escuela primaria de Al Husein, que no quiso identificarse, dijo a Efe que hasta las 13:00 hora local (11:00 GMT), cuatro horas después del inicio de la votación, su sede había registrado una participación del 2,7 %.
Sin embargo, se mostró convencido de que esta cifra aumentaría al final del día porque, a su juicio, “los candidatos pertenecen al gremio de los artesanos que viven en el barrio y gozan de su confianza”.
Este colegio, al igual que el resto, se encontraba fuertemente custodiado por efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas, que se apostaron, armados con ametralladoras, tanto en su interior como en sus accesos.
El Ejército desplegó a 160.000 hombres, en colaboración con la Policía, que aportó 200.000 agentes, los cuales estarán presentes durante los dos días de votación para garantizar la seguridad de los casi 13.500 colegios electorales.
En el acomodado barrio de Zamalek tampoco se percibía un gran entusiasmo de los votantes.
En el Instituto de Bellas Artes, un juez que presidía una mesa electoral y que tampoco quiso dar su nombre explicó que la votación se desarrollaba de forma “organizada y sin dificultades”.
Respecto a la escasez de participación, especialmente de los jóvenes, el magistrado precisó que estos suelen acudir a las urnas en las últimas horas de la jornada.
Isabel Labib, una jubilada de 70 años de Zamalek, explicó a Efe que espera que el próximo Parlamento egipcio ayude a mejorar “la situación del país y el nivel de vida de la gente”.
“Queremos que se mejore la enseñanza y todo. Que haya un sistema de Estado y democracia”, agregó.
Para animar a los funcionarios, el primer ministro egipcio, Sherif Ismail, emitió hoy un decreto que permite a los trabajadores en el sector público gozar mañana de medio día libre.
Asimismo, el gran jeque de Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní, Ahmed al Tayeb, aseguró, tras depositar su voto, que “los boicoteadores son iguales a los que desobedecen a sus padres”, cuyo castigo, según la religión islámica, es el infierno.
Zin al Sadat, candidato por los acomodados barrios de Masr al Gadida y Al Nuzha, explicó a Efe que la primera jornada se desarrolló “sin ningún tipo de irregularidades”.
Agregó que los votantes esperan “la consolidación de la administración local y la mejora de los sectores de enseñanza, sanidad y de higiene”.
El portavoz de la Comisión Electoral, Omar Maruan, explicó que la jornada transcurrió sin sobresaltos aunque con algunas irregularidades, como la detención de un votante y otras tres personas por intentar comprar votos.
En el barrio de Al Gamaliya, Efe pudo constatar cómo dos personas distribuían folletos de propaganda electoral en las cercanías de dos colegios electorales.
La secretaria adjunta de la Liga Árabe y coordinadora de los observadores electorales de este organismo, Haifa abu Gazaleh, explicó a Efe que los comicios se desarrollaron en un “ambiente positivo”.
Según Abu Gazaleh, que destacó la “participación masiva” de las mujeres y ancianos, las provincias del delta del Nilo registraron la tasa más alta de afluencia, aunque se negó a dar cifras.
La responsable asimismo denunció algunas irregularidades, como la continuación de la campaña electoral, el retraso de la apertura de algunos colegios y de la llegada de material electoral.