Como un acto de responsabilidad ciudadana,
y con conocimiento de causa sobre lo político-militar, lo sociológico militar, lo polemológico y lo estratégico del Estado venezolano, se me hace propicio recordarle a quienes hoy forman parte del elemento armado la expresión del Padre de la Patria “¡Maldito el soldado que levanta sus armas contra su propio pueblo!”. Esta expresión tiene pertinencia en el momento actual ante los ruidos y señales del político Jefe del Poder Ejecutivo que en diferentes oportunidades ha comprometido al elemento militar acariciando el uso de esa organización para desviar los resultados del acto cívico del 6D y, más grave aún, el ambiente post-electoral del Post-6D.
La afirmación civilista del más grande hombre de América es oportuna -y yo diría necesaria- para quienes hoy constituyen el componente militar del Estado venezolano, y en especial, toca a los Jefes Militares, la Cúpula Militar y Comandantes de Unidades quienes, haciendo uso de la Doctrina Militar y empleando fundamentalmente la Ética, debieron contener las afirmaciones de quien transitoriamente ejerce el Poder Ejecutivo, quien se atrevió a señalar públicamente en cinco ocasiones la posibilidad de un gobierno militar después del 6D si fuese derrotado por la oposición democrática. El Alto Mando, la Cúpula Militar y los Comandantes de Unidades le deben una explicación al cuerpo societal venezolano, a la historia política y militar del país frente a lo que se entiende como un abuso y tropelía del Poder Ejecutivo.
Los militares frente al Poder Ejecutivo y, específicamente, ante el hecho electoral, están hoy obligados a recordar que devienen de la sociedad y regresan a ella, es por ello que la Constitución vigente -ha consagrado su derecho al voto- y por esto, los hace harto responsables en el crítico momento político del 6D y más aún, el Post 6D. El componente armado está obligado a actuar de manera ética, así fuimos formados en las Academias Militares, en las Escuelas de Armas, en la Escuela Superior de Guerra y en el Instituto de Estudios Superiores de la Defensa Nacional. Por lo tanto, el 6D no tiene posibilidad ni atajos como el señalado por el político Jefe Transitorio del Poder Ejecutivo, quien como Comandante en Jefe violó la Constitución y es ignaro con respecto al contenido de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Doctrina y Ética Militar.
Los hombres de uniforme, ¡Ustedes, Señores Soldados!, tienen que comprender que el 6D votarán todos los venezolanos que así lo deseen, y todos tendrán la responsabilidad intuito persona de decidir y defender su voto, y con mayor sentido y responsabilidad quienes hoy son cuerpo armado y están obligados a ser disciplinados y obedientes, pero además, doctrinariamente capaces de aceptar el complejo momento político-social de la sociedad. El y lo militar no pueden ser árbitro de las decisiones del cuerpo social el día del voto, todo lo contrario los militares están obligados a recordar que como institución costosa, peligrosa y delicada deben ser responsables con la sociedad, que al final los sostiene, los mantiene y los paga.
¡Elemento armado y militares de Venezuela!
El 6D y el Post 6D no tienen como actor principal al hombre de uniforme, No. El 6D en su complejidad es todo lo contrario, llama al civismo, a la civilidad, la decencia política y la serenidad del cuerpo social. Por lo tanto, ustedes los militares desde quienes constituyen el Alto Mando pasando por lo Jefes y Comandantes de Unidades deberán tener como tarea fundamental cumplir con las leyes que rigen el proceso electoral y hacer que se cumpla la normativa de la Ley Orgánica de Procesos Electorales sin distingos de ningún tipo y condición. Los militares sí, frente al 6D y Post-6D, están obligados a demostrarle a la sociedad que son suficientemente civilizados para entender la prueba mayor que encierra la decisión libérrima del próximo 6D, cuando una importante expresión venezolanista aspira a un cambio político.
Señores Jefes del Alto Mando, Jefes Militares y Comandantes de Unidades,
Frente al 6D y Post 6D ustedes como Comandantes sí están obligados a conocer y hacer inmersión en el Entorno Interno Militar. Ese conocimiento les permitirá reconocer el clima de la Institución bajo su responsabilidad entre la Intranquilidad, Irritabilidad, Tensión 1, Tensión 2 y Tensión 3 que facilitaría el ejercicio del comando y mando militar, con lo cual, se evitaría cualquier sorpresa a la sociedad venezolana que está crispada, que acude al hecho cívico del 6D esperanzada que por la vía civilista se construya una Nueva República y se reoriente el sistema político.
Con ese conocimiento, ustedes como Jefes Militares, van a poder garantizarle a la nación que nada ni nadie podrá soliviantar, cooptar e inducir la voluntad de acción de quienes hoy hombres en armas les corresponde una responsabilidad excelsa que permitirá que la sociedad los observe como ciudadanos soldados, con respuesta cívica y comportamiento institucional como lo aspira la Venezuela política toda, el próximo 6D y el Post 6D. El próximo 6D y Post 6D está a prueba, entonces, la organización armada, que actuando como dice la Ley, deberá funcionar de manera contraria al arbitrario planteamiento de quien como político ejerce transitoriamente el Poder Ejecutivo de la Nación venezolana.
¡Hombres de Armas!,
La República, en este trance que no es de confrontación ni de guerra, sino se corresponde a la política como actividad constructora, dialógica y de paz, demanda de la serenidad, la fría razón y el respeto para conciliar en un hecho electoral como el 6D las mejores voluntades. También, las mayores dignidades y la decisión mancomunada de todos los ciudadanos que ejercen el derecho al voto para que los venezolanos podamos otear en el siglo XXI el restablecimiento en paz de una Nueva República Democrática. Es propicio rememorar, entonces, la frase del Libertador: “Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad”.