“Desde ya se anuncia un aumento general de las tarifas del transporte público y en el estado Aragua, como en todo el país, el servicio ha empeorado dado el desabastecimiento de los repuestos más elementales, el deterioro del parque automotor, la inseguridad personal y vial, mientras que los privilegiados del poder cuentan con una costosa, segura y confortable flota de vehículos en la que ostentosamente se pasean a cuenta de todos los venezolanos”, señaló el diputado Luis Barragán, aspirante a la reelección en una asamblea de ciudadanos celebrada en Samán Tarazonero.
Nota de prensa
“Los más vistosos vehículos, cómodos y de reciente modelo, que pagamos todos con nuestros impuestos, surcan las calles del país, con o sin placas oficiales, transportando a los altos y medianos funcionarios del Estado y a sus familiares, mientras que la población es condenada a arriesgar – incluso – su vida en medios de condiciones muy precarias, proclives a accidentarse, asediada junto a los choferes por el hampa. Por cierto, , como siempre, tampoco se conoce la tasa oficial de inflación en materia de transportes”.
Añadió el parlamentario: “Este socialismo parasitario ha reducido cada vez más las posibilidades de contar con un automóvil personal, pues el ciudadano común no puede costear la adquisición de un vehículo que hoy vale lo que hasta hace poco se pagaba por un apartamento y años atrás por un refresco, por no mencionar su difícil mantenimiento. El visitante extranjero que tome una fotografía de las colas de carros en carreteras, calles, avenidas y autopistas del país, rápidamente se percatará del fuerte retraso del parque automotor venezolano, porque casi imperceptiblemente está ocurriendo algo semejante a lo sucedido en Cuba, en la que demasiado pocos – salvo los grandes burócratas – pueden tener un vehículo y cuando tiene la fortuna de heredarlo, éste data de los años cincuenta”.
Finalmente acotó: “Nada justo es el precio que hemos pagado por el gobierno de Maduro, siendo apenas un detalle el encarecimiento del transporte público. Sin embargo, el 6-D comenzará la otra etapa hacia la transición democrática. La venidera Asamblea Nacional debe ejercer el debido control de una política pública de transportación, comenzando porque el gobierno no debe – a su caprichoso y libre antojo – fijar tarifas para todo, completa e irresponsablemente divorciado de las realidades económicas, pretendiendo que nos resignemos a la crisis que ha generado”.