Seguridad reforzada en los estadios, prohibición de desplazamiento de hinchas en Francia, cancelación de amistosos por precaución: el deporte, en plena conmoción por los atentados del 13 de noviembre en París, ha tenido que aprender a blindarse en un tiempo récord.
AFP
El año 2016 será especialmente rico en eventos deportivos, con los Juegos Olímpicos de Rio y la Eurocopa de Francia como dos de los grandes platos fuertes, y puede que nada vuelva a ser igual para los aficionados, obligados a convivir ahora con una amenaza permanente e invisible.
El Stade de France de Saint-Denis se convirtió en aquel viernes 13 de noviembre en uno de los escenarios del pánico en los atentados de París, con dos suicidas que explotaron en las inmediaciones del recinto y un tercero en una zona más apartada. Una persona murió en aquellas detonaciones.
“Quisieron entrar en el recinto pero no pudieron”, explicó luego el secretario de Estado de Deportes francés, Thierry Braillard, con lo que podían haber provocado una masacre.
Los ataques retuvieron a los 80.000 hinchas que llenaban el recinto por medidas de seguridad y obligaron a evacuar de urgencia al presidente de la República François Hollande.
La selección francesa permaneció en el estadio hasta las 3h00 de la mañana locales, mientras que la alemana pasó la noche en el lugar.
A unos kilómetros, un secuestro en la sala de conciertos Bataclan y tiroteos en distintos bares y restaurantes de la capital francesa sembraban el pánico, en una serie de atentados coordinados que provocaron 130 víctimas mortales y que fueron luego reivindicados por el Estado Islámico (EI).
– Días de conmoción –
El deporte, como el resto de la sociedad, quedó conmocionado. El futbolista francés Lassana Diarra perdió a una prima en Bataclan, una sala de la que logró escapar con vida la hermana de otro internacional francés, Antoine Griezmann.
“Mi prima Asta Diakite figura entre las víctimas de uno de los ataques, como centenares de otros franceses inocentes. Ella era para mí una referencia, un apoyo, una hermana mayor”, afirmó Diarra.
Las cámaras de televisión le enfocaron especialmente durante el emotivo momento del himno de La Marsellesa con el que Inglaterra se solidarizó con su vecina Francia en el estadio de Wembley, antes de un partido amistoso entre ambos equipos.
Un amistoso que se mantuvo según los planes previstos, no como otros dos que se iban a jugar esos días, el Bélgica-España de Bruselas y el Alemania-Holanda de Hanóver, que fueron cancelados ante amenazas de atentados.
Las principales ligas europeas, especialmente la francesa, se disputaron en las siguientes semanas con una fuerte presencia policial y medidas de seguridad muy reforzadas. En Francia se prohibió en las siguientes semanas el desplazamiento de hinchas.
En España, país que en 2004 sufrió un atentado con 191 víctimas mortales, el Clásico Real Madrid-Barcelona del 21 de noviembre contó con el mayor despliegue de seguridad de la historia del fútbol español y la final de la Copa Davis entre Bélgica y Gran Bretaña en Gante, a finales de ese noviembre, también tuvo medidas excepcionales, entre ellas la prohibición de acceder a la grada con bolsos de mano o mochilas.
– Eurocopa y Juegos, seguridad máxima –
Francia y su Eurocopa-2016 están ahora en la mente de muchos, pero el gobierno de Hollande ha insistido en que la cita se mantiene, aunque con un mayor control de seguridad.
“En ningún caso el deporte puede ser paralizado por el terrorismo. La Eurocopa tendrá lugar en las máximas condiciones de seguridad, que serán reforzadas debido a los hechos que acabamos de vivir. Pero no es cuestión de paralizar esta formidable fiesta popular”, recalcó el ministro de Deportes Patrick Kanner.
También se mantendrán en principio las ‘fanzones’ en las distintas ciudades-sede, que tras los atentados de noviembre estaban siendo cuestionadas.
Brasil y Rio de Janeiro también se plantean reforzar las medidas de seguridad para evitar atentados en su territorio.
“No tenemos datos de que haya una célula terrorista instalándose en Brasil, nuestras evaluaciones de riesgo no muestran (que podría haber un atentado), pero trabajamos permanentemente como si la amenaza fuese inminente, como si eso pudiese ocurrir mañana mismo”, dijo a la AFP Wilson Trezza, director de la Agencia Brasileña de Inteligencia.
Después de los ocurrido en París, los organizadores del Mundial de fútbol de Rusia-2018 y de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 también anunciaron un refuerzo de sus planes de seguridad.