Patricia Bauer, psicólogo de la Universidad de Emory, afirma que la edad promedio del primer recuerdo de las personas en Estados Unidos es de 3 años y medio, aunque no es un dato excluyente. Es decir, hay personas que recuerdan cosas de cuando tenían un año y otras que no logran recordar nada anterior a sus 6 o 7 años de edad.
El olvido de los primeros 3 o 4 años de vida es conocido como ‘amnesia infantil’ y su causa ha sido materia de estudio por años. Por ejemplo, Sigmund Freud creía que se trataba de recuerdos reprimidos que podían recuperarse por medio de psicoterapia y otros psicólogos afirman que los circuitos del cerebro no están bien desarrollados a temprana edad y no pueden almacenar momentos específicos adecuadamente, puntualiza Nautilus.
Ahora, Bauer tiene una nueva teoría al respecto: cree que los niños sí guardan recuerdos, pero los pierden de forma más rápida que los adultos. Ella compara a la memoria con un colador para pastas:
Si cocinas fettucine [una pasta gruesa y larga], la pasta se queda siempre en el colador. Pero si cocinas orzo [un tipo de pasta delgada y pequeña, parecida al arroz], se va a toda por los agujeros. Un cerebro inmaduro es como un colador con agujeros grandes, y los pequeños recuerdos son como el orzo. Cuando vas envejeciendo, adquieres una de dos cosas, o pasta más grande o a una red con agujeros más pequeños”.
Bauer entrevistó a unos 100 niños que demostraron poder recordar cosas de cuando tenían 2 años. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el recuerdo, como un orzo, comienza a deslizarse por los agujeros y a desaparecer, señala la publicación.
Entonces, para poder retenerlos, un adulto que conoce la historia de la remembranza podría repetirla constantemente para que el orzo se quede pegado, no se deslice y la persona pueda crecer con un recuerdo más temprano.
Vía Pulzo