El estadounidense Alan Gross pasó cinco años en una prisión cubana antes de ser liberado el año pasado, pero dijo que viajaría de nuevo a la isla caribeña “sin dudarlo” siempre que el gobierno cubano prometa no volver a detenerle.
Gross trabajaba como contratista del gobierno estadounidense instalando acceso a internet en Cuba, infringiendo la ley cubana, cuando fue detenido en 2009 y luego sentencia a 15 años de cárcel. El jueves se cumplía un año desde que Gross regresó a Estados Unidos como parte de un intercambio de prisioneros.
El estadounidense expresó su deseo de que la nueva relación entre Washington y La Habana tenga éxito. Algo “grande” que le gustaría ver, señaló, es a Estados Unidos levantar el embargo comercial impuesto sobre Cuba hace más de 50 años. AP