Con el caer de la tarde de este jueves, cuando el cielo caraqueño comenzaba a tornarse cada vez más oscuro y la acción previa al juego entre Cardenales y Tiburones parecía llegar a su fin, Francisco Rodríguez subió los escalones que llevan desde el clubhouse escualo hacia el jardín derecho del estadio Universitario y comenzó a caminar sobre el engramado.
Vestido con shorts y sudadera de los Tigres de Detroit, su nueva organización en las mayores, “El Kid” comenzó lentamente a soltar el brazo. Con cada minuto que pasaba, el derecho se alejaba más de la línea de cal y profundizaba su marcha rumbo al bosque central.
Rodríguez, culminó su trabajo en los jardines y prosiguió a cruzar la raya de cal nuevamente, en esta ocasión se detuvo sobre el montículo ubicado en el bullpen. Uno, dos y tres zapatazos utilizó K-ROD para limpiar la goma de apoyo y unos 25 pitcheos golpearon la mascota del receptor. Tras el último de ellos, caminó de regreso hacia los escalones que llevan al clubhouse y desapareció sin mediar palabra, sin voltear la mirada, dejando abierta la incertidumbre de a qué se debió tal sesión.
Fuente: Diario Líder.