Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela se declararon no culpables este jueves en una corte federal en la que enfrentan cargos de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos.
Franqui Francisco Flores de Freitas, de 30 años, y Efraín Antonio Campo Flores, de 29, presentaron sus declaraciones en una corte federal en Manhattan, cinco semanas después de que fueran arrestados en Haití.
“No culpable”, dijo en español Campos Flores, vestido con camisola azul de presidiario y que entró llorando a la sala de audiencia, ante la pregunta del magistrado. Idéntica respuesta expresó Flores de Freitas, que se mantuvo serio.
En esta oportunidad, Efraín Antonio Campo Flores, ahijado de Maduro, estuvo representado por abogados públicos de CJA Council. Asimismo, se conoció que el abogado de Campo Flores es Kafahai Nkrumah, mientras que Flores de Freitas tiene a Vincent Sutherland como letrado.
Campos Flores renunció a los abogados privados que tenía hasta el momento, Rebekah Poston y John Reilly, argumentado problemas financieros.
En la audiencia, las partes discutieron brevemente además sobre las pruebas presentadas por la fiscalía, que incluye horas de grabaciones en audio y video que implican a los acusados y que fueron puestas a disposición de la defensa bajo juramento de confidencialidad.
El abogado Nkrumah pidió al juez 60 días hasta la próxima cita para poder analizar todo el material desde fojas cero.
La nueva audiencia quedó pautada para el próximo 29 de febrero de 2016.
Como se recordará, Campo Flores y Flores de Freitas fueron detenidos el 10 de noviembre pasado en Puerto Príncipe, capital de Haití por agentes de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA), quienes posteriormente los trasladaron a Nueva York.
A los Flores se les acusa de conspirar para transportar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos, de acuerdo con dos personas al tanto. Una situación potencialmente explosiva que se produce en medio de acusaciones de la nación norteamericana de que la cúpula del gobierno venezolano está involucrada en el tráfico de narcóticos
Los dos acusados tuvieron su primera comparecencia el pasado 12 de noviembre, cuando el juez federal que lleva la causa, Paul A. Crotty, ordenó su ingreso en prisión sin fianza y fueron trasladados a un penal metropolitano.
En un principio, la segunda audiencia en este caso estaba fijada para el 18 de noviembre, pero fue aplazada hasta el 2 de diciembre y, de nuevo, hasta este jueves, de acuerdo con peticiones presentadas por la defensa y aceptadas por la fiscalía.
Efraín Campo Flores, “muy nervioso” durante la audiencia
Al referirse a su cliente a la salida de los tribunales del sur de Manhattan, Nkrumah afirmó que Campo Flores “es un joven que enfrenta cargos graves por drogas” y que por ello “está muy nervioso”.
“No sé de ningún acuerdo con fiscales federales ahora”, agregó, ante una pregunta sobre posibles negociaciones para declararse culpables y no ir a juicio.
La fiscalía los acusa de querer transportar a Estados Unidos al menos cinco kilos de una sustancia controlada que tenía “una cantidad detectable de cocaína”.
En esta “conspiración” están involucradas “otras personas conocidas y desconocidas”, según el acta de acusación.
Campo Flores y Flores de Freitas también están acusados de haber participado en reuniones para enviar un cargamento de cocaína a Estados Unidos a través de Honduras.
Lo que está en juego en el caso de los Flores
El caso de los Flores lo lleva la Fiscalía Federal del distrito sur de Nueva York, a cargo de Preet Bharara, que ha destacado en los últimos meses por las causas por corrupción contra importantes políticos del estado de Nueva York.
La vista del jueves se produjo después de que el pasado 4 de diciembre el juez autorizara a la defensa de los acusados el acceso a “determinadas grabaciones y comunicaciones electrónicas” utilizadas en la causa por la Fiscalía.
El magistrado ordenó poner a disposición de los acusados y de sus abogados estos materiales exclusivamente para montar la defensa y sin posibilidad de compartir las pruebas con personas no autorizadas.
Pero, asimismo, permitió a la Fiscalía proteger la identidad de una fuente confidencial que tuvo acceso a esos materiales.
En caso de ser declarados culpables en el juicio, los acusados se enfrentan a una pena máxima de cadena perpetua.
Con información de AFP/Reuters/EFE