Al menos 180 miembros del Estado Islámico (EI) murieron este miércoles en el norte de Irak en ataques aéreos de la coalición liderada por EE.UU., que acudió en ayuda de las tropas kurdas (“peshmergas”) para repeler una gran ofensiva del grupo yihadista, informó hoy el Pentágono.
EFE
Más de 300 combatientes del EI fuertemente armados lanzaron al menos tres ataques distintos pero coordinados contra posiciones kurdas al norte de Mosul, ciudad iraquí controlada por el grupo yihadista.
“Fue el golpe más duro que el EI ha propinado desde este verano, y los ‘peshmergas’ los derrotaron”, afirmó hoy el coronel Steve Warren, portavoz de la misión de EE.UU. contra el EI en Irak, en una rueda de prensa televisada desde Bagdad.
En un comunicado, el brigadier general Mark Odom, máximo mando militar estadounidense en la ciudad norteña iraquí de Erbil, precisó que murieron “unos 180” atacantes yihadistas como resultado de los “bombardeos” de aviones de la coalición encabezada por EE.UU.
“Esa es la gente que podemos de decir que matamos nosotros. Y sé que los ‘peshmergas’ mataron un número significativo ellos también”, señaló Odom, al agregar que las bajas totales de los extremistas podría situarse “de 300 a 500”.
Los bombardeos de la coalición tuvieron lugar durante unas diecisiete horas y, entre otros, intervinieron aviones de combate de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Canadá, concretó el brigadier general.
El Estado Islámico tomó el control de Mosul en junio de 2014 y poco después anunció la declaración de un califato islámico en amplias zonas que controla en Irak y la vecina Siria.
Los ataques de la coalición se efectuaron después de que el presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtiera el pasado lunes a los líderes del EI de que “no se pueden esconder” porque son el principal objetivo de la campaña militar contra el grupo yihadista.
En una declaración desde el Pentágono, Obama subrayó que esa estrategia “continúa avanzando” con “un gran sentido de urgencia”, aunque admitió que el combate a los yihadistas seguirá siendo “difícil”.
Según Obama, la coalición internacional de 65 países liderada por Estados Unidos y formada el año pasado para combatir al EI está golpeando “más fuerte que nunca” a los yihadistas.
“Los líderes del EI no se pueden esconder y nuestro mensaje para ellos es simple: son los siguientes”, remarcó el presidente.
Tras los atentados del 13 de noviembre en París, que causaron al menos 130 muertos, y la masacre del 2 de diciembre en San Bernardino (California) perpetrada por supuestos seguidores del EI, que dejó 14 fallecidos, Obama se ha mantenido firme en la defensa de su estrategia contra los yihadistas.
En un discurso televisado a la nación hace ocho días, el mandatario norteamericano reiteró su plan de bombardeos aéreos, el despliegue de fuerzas especiales y el entrenamiento y asesoramiento a las tropas locales que luchan contra los yihadistas.