Hace 17 años arribó al poder electoralmente un grupete de ex golpistas enarbolando las banderas de la verdadera democracia y el combate a la corrupción, y al tris devino en un proyecto autoritario militar personalista obsesionado con la permanencia continua en el poder y la apropiación del tesoro nacional.
Hoy los ciudadanos actuando con espíritu unitario dimos el primer gran paso para el rescate de la democracia eligiendo a un nuevo parlamento, y lo más importante tenemos de vuelta la esencial alternancia.
La república está en pleno movimiento, cálido sentimos todavía el aliento de la soberanía popular recién manifestada. Un régimen moribundo arremete arteramente destilando su sed de venganza contra el soberano, implantando un parlamento comunal con delegados digitalizados y decisiones manos arribas, integrado por los perdedores de la consulta electoral. El fantoche capitán les entregó dolosamente el antiguo hemiciclo del Senado de la República en desacato a la soberanía popular. Un acto irrito, una acción de venganza que retrata al nuevo tarugo.
El odio ha sido la ola sobre la cual ha surfeado el oficialismo, hoy severamente derrotado. Contrariamente la MUD apunta hacia la reconciliación y unión del país y la voluntad popular se pronunció por esto.
La mayoría desea un cambio profundo, que va más allá de la renovación de la AN, y que se orienta al cambio del sistema imperante, del régimen, ya que el modelo impuesto por el grupete forajido ha fracasado, y entiende que sin una profunda rectificación no se podrá superar la crisis que hoy agobia a todos.
Estamos atentos del intento de la camarilla deslegitimada a nombrar magistrados, al margen de las exigencias constitucionales, y que pretende minar el trabajo legislativo de la nueva Asamblea Nacional.
El Centro Popular de Formación Ciudadana (CPFC), que me honro en presidir, ante el saboteo del oficialismo a la gestión de la nueva AN, propondrá ante la MUD, que se estudien y analicen los mecanismos establecidos en la Constitución que podrían utilizarse para provocar eventualmente un cambio de gobierno el próximo año 2016, y que van desde el referendo revocatorio, pasando por la enmienda o reforma constitucional, y llegan hasta la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente. El CPFC oportunamente formulará una recomendación a la Unidad sobre cuál de estos mecanismos es el más adecuado, atendiendo a la oportunidad, iniciativa, alcance y procedimiento a seguir.
Los demócratas no queremos confrontación, pero no titubearemos en impulsar un cambio de Gobierno en el marco de la Constitución, si el régimen persiste en seguir de espaldas al país y sólo busca obstaculizar el CAMBIO por el cual la mayoría votó de manera tan nítida.
No más prisioneros políticos, ni exiliados!
@JulioCArreaza