A medida que pasan los días, se hace cada vez más evidente dentro de las filas del Gobierno nacional el hermetismo sobre el paradero del presidente de la República, Nicolás Maduro.
Y es que desde el 21 de diciembre en un pase relámpago hecho por el canal del Estado, fue la última vez que el primer mandatario nacional fue observado en vivo.
En dicha oportunidad sostuvo un encuentro a puerta cerrada con los parlamentarios del GPP en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, donde de manera intempestiva la periodista que llevaba el evento cortó con la transmisión de la reunión.
Momentos antes, ese mismo día los trabajadores de la Gran Misión Vivienda Venezuela que marcharon hasta el Palacio de Gobierno tuvieron que quedarse a las afueras, sin escuchar las palabras de ánimo del denominado presidente obrero.
Ese lunes la marcha que estaba predestinada a convertirse en ese tipo de actos de devoción y agite político a los que el Jefe de Estado nos tiene acostumbrados, no pasó más allá de ser una concentración de poco más de cien personas.
Y es que tal como ocurrió en la Cumbre del Mercosur, el presidente ha sido el gran ausente en los actos de relativa importancia en los últimos días.
Desde ese día Maduro solo se ha sentido de manera muy tibia en las redes sociales. Este hecho se evidenció aún más cuando dirigió a través de Twitter el mensaje presidencial, que ha venido seguido de retuits y las cuentas oficiales del Gobierno, como prensa presidencial y Cancillería, hablando en su nombre.
Este sin lugar a dudas ha sido un silencio que ha preocupado a la ciudadanía, debido a la crisis que enfrenta el país en materia económica sin un final próximo.
Durante 2015 el gobierno de Maduro no ha dado cifras de inflación, crecimiento o escasez y se ha preocupado solo por continuar con los programas de bienestar social que están en el centro del movimiento chavista, ante la drástica reducción de los precios del petróleo, que supone el 95% de los ingresos por exportaciones de Venezuela.
De la misma manera, desde el pasado 17 de diciembre, cuando apareció en el Panteón Nacional para los actos de conmemoración de la muerte del Libertador Simón Bolívar, Maduro se ha distanciado de todo acto público con las masas.
Quienes analizan la situación han llegado a pensar que el presidente se encuentra en un repliegue estratégico para presentarse en los próximos días con anuncios aún más polémicos que su desaparición, para así hacer frente al catastrófico panorama económico actual, en el que se avizora un barril de petróleo en descenso continuo. (lapatilla.com)