Demandan a Volkswagen por el fraude en control de emisiones

Demandan a Volkswagen por el fraude en control de emisiones

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Ausbanc Abogados, ya había puesto contra las cuerdas a Volkswagen por el fraude en el control de las emisiones de los motores diesel, según informa la revista Ausbanc en su último número del mes de enero, en un artículo sobre el cambio climático.

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Los tribunales deberán decidir si ha existido o no responsabilidades civiles o penales en la comercialización inadecuada de un total de 128 modelos de vehículos en los últimos años como consecuencia de la instalación de un dispositivo electrónico en la centralita, que estaba destinado a falsear los resultados de la emisión de determinados gases contaminantes, concretamente dióxido de nitrógeno (NO2).

Dichos vehículos fueron comercializados bajo la denominación supuestamente ecológica ‘Bluemotion’, lo que supuso una ventaja comercial respecto al resto de marcas automovilísticas ya que se ofertaba un vehículo diésel ‘supuestamente ecológico’ y con un consumo ajustado.
La trampa fue destapada por la Universidad de Virginia Occidental mientras realizaba un estudio sobre energías alternativas.





En un laboratorio se lograron reproducir las condiciones reales de circulación, pero los resultados no cuadraban con los datos que les había facilitado Volkswagen, por lo que lo comunicaron inmediatamente a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) estadounidense. La EPA decidió iniciar su propia investigación para determinar lo que sucedía en relación con dichos motores y localizó el fraude. Los técnicos de Volkswagen argumentaron que se trataba de un error técnico y que los controles de los vehículos examinados no estaban bien calibrados, aunque la citada agencia decidió publicar sus resultados. Fue en ese preciso momento cuando Volkswagen se vio obligada a reconocer el fraude.

En septiembre de 2015, la EPA publicó que Volkswagen había manipulado el funcionamiento de sus coches cuando los ponía a prueba para medir sus emisiones y no daban la medida exacta de lo que realmente contaminaban. En circunstancias reales, los niveles contaminantes eran hasta 40 veces mayores, según dicha agencia. A partir de dicha fecha, los acontecimientos se precipitaron.

Volkswagen reconoció la instalación del dispositivo en 11 millones de vehículos de todo el mundo, al tiempo que las acciones de la compañía se desplomaron un 20% en la Bolsa de Frankfurt. Entre el 18 y el 22 de septiembre, lo que parecía era un problema circunscrito a los vehículos comercializados en Estados Unidos, se convirtió en uno global, al reconocer la compañía que los motores habían sido trucados e instalados en vehículos de todas las marcas del grupo. El 24 de septiembre, la web de Volkswagen España publicó un comunicado oficial reconociendo el fraude. Poco después, el fabricante anunciaba que vehículos de todo el mundo estaban afectados. Como consecuencia Manos Limpias, con el asesoramiento de Ausbanc Abogados, interpuso una denuncia en la Audiencia Nacional que fue admitida a trámite y apoyada por la Fiscalía.

En opinión de Ausbanc Abogados, la instalación del citado dispositivo electrónico en los vehículos comercializados constituye un “incumplimiento grave respecto de las características técnicas bajo las que fue comercializado el vehículo, generando un perjuicio patrimonial y moral que si no fuese demandado, continuaría sin ser reparado”.