Durante el mes de enero se estima que haya pocas lluvias y altas temperaturas en todo el país, como consecuencia del fenómeno climático El Niño, informó el presidente del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), José Gregorio Sottolano, citado en una nota de prensa de la institución.
Indicó que de acuerdo con los pronósticos del Inameh, en enero y febrero también se podrían generar focos de incendios forestales debido de la sequía.
Por esta situación, la central meteorológica monitorea de manera constante el Océano Atlántico, donde se registra una alta presión en el Mar Caribe que tiene repercusiones de altas temperaturas para el país.
Sottolano explicó que se espera que este año el fenómeno natural sea de categoría fuerte. Recordó que durante los años 1972-1974 el mundo sufrió una gran sequía; entre 1982 y 1983 el impacto sobre Venezuela fue relativamente débil; de 1997 a 1998 las consecuencias fueron fuertes para el país y el mismo efecto se mantuvo entre 2009 y 2010, cuando intensas lluvias dejaron sin hogar a más de 120.000 familias.
Embalses afectados
Los efectos del fenónemo El Niño se acentúan Venezuela debido a la sequía que afecta al país desde el 2013. Esta situación ha traído como consecuencia la baja de las reservas de agua de los embalses Tulé, Manuelote y Tres Ríos, que surten al estado Zulia; Barrancas, Isidro y Matícora, que abastecen Falcón, y en oriente los embalses Turimiquire y Clavellinos.
Lo mismo ocurrió en los embalses Lagartijo y Guri, además de otros en Carabobo y Guárico que presentaron dificultades para la distribución de agua, refiere la nota de prensa del Inameh.
Durante 2015 no se registraron las precipitaciones óptimas para que los referidos embalses recuperaran sus niveles. Adicionalmente, en agosto del año pasado la Organización Meteorológica Mundial (OMM) decretó la presencia del fenómeno El Niño en el país.
Para afrontar esta situación que estará presente en 2016, el Gobierno Nacional anunció en diciembre pasado un plan especial de distribución y racionamiento de agua para garantizar las reservas en los embalses, ante el recrudecimiento de la sequía ocasionada por El Niño, que se unirá con la época seca que en Venezuela ocurre de noviembre a abril.
El Niño en América Latina
El fenómeno El Niño no ha dado tregua durante los últimos días en Suramérica, lo cual ha dejado más de 170.000 personas desplazadas por las fuertes lluvias.
En el litoral argentino, hasta la fecha se han contabilizado más de 30.000 evacuados, distribuidos en las provincias de Concordia, Corrientes, Chaco, Formosa y Santa Fe.
Los más perjudicados son los pequeños productores y los ganaderos en el noreste del país, donde las lluvias fueron 250% superiores al promedio habitual.
Respecto a Brasil, más de 6.000 personas se encuentran afectadas, situación que también afecta a Uruguay y Paraguay.
El portal web de GRID-Arendal, centro de investigación que trabaja en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, reseña que el fenómeno El Niño se ha presentado durante siglos y sus fluctuaciones son irregulares, de tres a seis años.
Durante 2015 ha provocado que la temperatura del agua ascienda más de tres grados, lo que causa inundaciones en Suramérica y al norte de Europa, así como sequía en África y Australia. Mientras que, para este año se espera una fuerte sequía en Venezuela acompañada de altas temperaturas.
AVN