Las oficinas de turismo de Bruselas, Flandes y Valonia han lanzado una campaña para mejorar la imagen de la capital tras la amenaza terrorista y recuperar la afluencia de turistas, que consiste en colocar cabinas telefónicas a las que podrán llamar los viajeros para resolver dudas.
El objetivo es que la campaña #CallBrussels sirva para convencer a los visitantes de que no descarten Bruselas como destino cuando planeen sus vacaciones y borren la imagen que han exportado los medios internacionales de la ciudad como una “zona de guerra” durante los días de máxima alerta por riesgo de atentado terrorista tras los ataques del 13-N en París.
Las oficinas de turismo reconocen que la bajada del número de visitantes ha tenido “consecuencias serias” para el sector, y destacan que en la actualidad la vida en la ciudad ha vuelto a la normalidad y no hay motivo para cancelar planes de viaje.
Las cabinas telefónicas están colocadas en el monte de las Artes, cercano al museo de los instrumentos Old England; en la plaza Flagey, en el distrito de Ixelles, y en la plaza comunal de Molenbeek, el barrio donde la policía federal belga ha realizado más registros tras los atentados en busca de sospechosos terroristas.
La idea es que los transeúntes respondan de forma espontánea al teléfono cuando pasen por estas cabinas y resuelvan las dudas y preocupaciones de los turistas internacionales.
Desde ayer pueden llamar los potenciales visitantes de Francia, Holanda, Alemania, el Reino Unido, Italia y España a través de la página web de las oficinas de turismo.
Una cámara graba las conversaciones que se producen desde estas cabinas telefónicas y las emite en directo también en la página web de estas oficinas.
Los vídeos también se difundirán a través de las redes sociales.
Las cabinas funcionan entre primera hora de la mañana y las siete de la tarde, hasta el próximo lunes. EFE